El partido que ha enfrentado al Viktoria Plzen y el Barça termina por cerrar definitivamente una fase de grupos de Champions que quedará en el olvido para todos los culés. Las malas actuaciones contra Bayern e Inter dejan claro que el equipo no estaba preparado para competir contra los más grandes. La vuelta a la Europa League, lo más justo.
Si bien muchos son los factores que han podido complicar los resultados de los de Xavi, la realidad es que el equipo no ha estado a la altura de las circunstancias. La toma de decisiones del entrenador tampoco ha sido la adecuada. Su forma de plantear los partidos no ha sido lo suficientemente buena como para poder competir. A lo mejor Xavi no estaba tan preparado como se creía.

Bayern e Inter, muy superiores
En el momento que se definió el grupo en el cual él Barça formaría parte, las esperanzas estaban puestas en competir al Bayern, la bestia negra en estos últimos años, y un Inter que partía con un equipo relativamente inferior al del club catalán. No obstante, esto ha acabado por saltar por los aires, dejando al Barça fuera de la carrera para entrar a octavos de final de la Champions a falta de dos partidos de fase de grupos.
A pesar de las primera buenas sensaciones en el primer partido donde se ganó 5 a 1 con relativa comodidad, esto no fue más que un espejismo de un equipo que sigue necesitando tiempo para conocerse, para crecer y seguir ganando confianza.

Próximo objetivo: la Europa League
Después de una eliminación tan pronta en la máxima competición continental, el Barça no puede relajarse, ya que su participación en la Europa League no se presume sencilla. En frente tendrá equipos como el Manchester United, Arsenal o Juventus. Rivales nada fáciles pero que hace un tiempo parecían no estar a la altura de este Barça.

Con el parón del mundial Xavi y los suyos tendrán tiempo para plantear esta segunda vuelta de temporada que viene, donde la máxima prioridad será la de ganar y sacar los fantasmas europeos que parece que siguen en el club desde hace unos años.