En los últimos años, ser hincha del Barça está siendo un trabajo arduo y lleno de obstáculos. Este último mercado de verano hemos visto cientos de ataques por parte de muchos aficionados, incluidos desde ciertos «culés» que realmente no lo son, o al menos, solo cuando les ha convenido.
Ser del FCB tiene su lado muy positivo pero también conlleva que la envidia y el odio estén siempre en primera línea de ataques. Y no lo digo yo, pero resulta que ahora todo el mundo sabe de «fair play financiero» y de deudas, pero lo que realmente buscan es ver hundido al Barcelona.

El miedo al «nuevo» Barça
Si yo fuera aficionado de un equipo que ha ganado la liga este año por pura inercia y porque el Barcelona no ha podido competir, que ha ganado la Champions de una forma que ni en mil años la volverían a ganar y que el fichaje estrella se ha estrellado, y aunque parezca mentira ni él ni muchos quieren jugar allí, hace que estén muy nerviosos. Eso unido que tu eterno rival ha hecho un gran equipo y que los jugadores de alrededor del mundo se pelean por ir al club catalán, sin duda duele mucho.
Esa rabia contenida, repetir mil veces la misma mentira jamás la convertirá en verdad, pero es lo que tiene ser el mejor equipo del mundo, que aunque haya pasado unos años regulares, gracias a la nueva directiva y al trabajo bien hecho las semillas empiezan a dar sus frutos, y no tengo la menor duda que este año vamos a estar preparados para competir al máximo nivel.

Pero no quería terminar sin dar una última recomendación a los barcelonistas que día a día siguen todo lo que acontece al club, y es que no se dejen contaminar por la toxicidad que viene desde el entorno que solo quiere perjudicar al club, y es que el Barcelona es siempre vanguardia, por eso es el mejor equipo del mundo.