El FC Barcelona ya está definiendo su hoja de ruta en el próximo mercado de fichajes pendientes de realizar una gran venta. Si el club consiguiera llevar a cabo los planes de viabilidad presentados a LaLiga, volvería a la norma del 1x1.
Prioridad pivote defensivo
El objetivo número uno para el Barça es reforzar el centro del campo y sobre todo el pivote, vital para el sistema del Barça. Tras la salida de Busquets, el equipo no ha conseguido rehacerse en ese aspecto con los jugadores actuales.
Aunque la prioridad sea la posición del pivote, el club busca reforzar también la delantera con un jugador de nombre y se barajan múltiples opciones.
Primero hay que vender
Para lograr la financiación necesaria para que el Barça vuelva a jugar con las mismas reglas que los grandes en el mercado hay que vender. Prácticamente todas las ofertas serán escuchadas y valoradas, mientras que también se piensa en qué hacer con los cedidos que se marchan.
Laporta también trabaja en conseguir ingresos de fuera, tratando de buscar patrocinadores y fondos extranjeros que aumenten la liquidez.
Las opciones en ataque, Olmo y Williams
Tanto Dani Olmo como Nico Williams son las prioridades a la hora de reforzar la delantera y, en concreto, el extremo izquierdo del equipo. Ambas opciones supondrían un esfuerzo económico, pero los jugadores gustan y mucho.
Dani Olmo conoce la casa
El ahora jugador del RB Leipzig es visto con muy buenos ojos desde el club debido a su paso por las categorías inferiores. Además, como jugador presenta características muy llamativas, destacando su polivalencia.
El precio de este fichaje rondaría los 60 millones de euros que son su cláusula. De todos modos, desde el Barça creen que este precio podría bajar debido a las ganas que tendría el jugador de venir.
Nico Williams gusta a Xavi
El joven jugador del Athletic Club llama mucho la atención del cuerpo técnico. Sería un jugador más natural para la banda izquierda y estaría dispuesto a venir.
Aun así, tampoco hará ninguna locura para forzar su salida tras su reciente renovación. Por tanto, el Barça tendrá que remitirse a su cláusula de 50 millones.