El FC Barcelona femenino está a un solo paso de hacer historia esta temporada. Podrían conseguir 4 títulos tras la consecución de la Supercopa, la Liga y la Copa de la Reina. Su único obstáculo es la final de Champions de Bilbao, donde se enfrentarán al Olympique de Lyon.
El camino hasta la final
Las azulgranas han tenido un camino excepcional para ganarse su billete a la final de Bilbao.
Su fase de grupos fue casi impoluta, consiguiendo 16 de los 18 puntos. La superioridad ante el Rosengard y el Eintrach de Frankfurt afianzaron su candidatura, mientras que el Benfica consiguió rascarle un empate. En ese partido, Lucy Bronze salvó sobre la campana el invicto blaugrana.
La madurez en la segunda fase del torneo
Tras la fase de grupos, se mostraron bastante sólidas en los cuartos de final ganando con un global de 5-2 ante el Brann. El equipo noruego había conseguido sacarle un empate al OL en la fase de grupos, por lo que no era un rival tan sencillo.
En las semifinales llegó el golpe de realidad. El Barça se encontraba en una nube de la que le bajó la derrota frente al Chelsea en la ida. En la vuelta, el Barça mostró lo que realmente es y logró remontar.
Un periodo previo movidito en las oficinas
Durante las últimas semanas, algunos esfuerzos del club desde las oficinas han sido trabajar de cara al próximo año.
Se han trabajado incorporaciones como la de la delantera polaca Pajor o la renovación tan esperada de Alexia Putellas.
Las claves de cara a la final
El Barça se enfrenta al gigante del fútbol femenino y su bestia negra, el Olympique de Lyon. Con 8 títulos de Champions y dos victorias en finales sobre el Barça, son un rival duro, pero digno de un escenario de este calibre.
Para lograr la venganza y el hito de levantar su tercera Champions, el club catalán deberá atender a las claves del juego de las francesas. Su verticalidad en ataque y la presión agresiva en defensa las caracterizan, por lo que necesitarán igualar la intensidad.
Mientras, la batalla del centro del campo está ganada, ya que el Barça dispone de jugadoras como Aitana y Alexia, diferenciales en esa demarcación.