Los problemas no cesan en las tierras catalanas, aunque todo parecer rodear a la misma figura, el entrenador. Xavi, que tiene intenciones de acabar de cumplir su contrato, está en el punto de mira por sus actuaciones y el nivel de juego de su equipo. Hace ya varias semanas, tras varias reuniones con Deco y Laporta, dio marcha atrás en su decisión alegando que se siente con fuerzas de nuevo.
Durante toda esta temporada, se les ha pregunta a Deco y a Xavi sobre su relación y si realmente hay buena conexión entre ambos. Y las declaraciones de ambos personajes coinciden en que se llevan muy bien, que hay gran feeling y que lo publicado es erróneo. Según varios medios, tanto el director deportivo como el entrenador tienen una relación fría, con pocas cosas en común e ideas diferentes.
Todas las miradas dirigidas a Xavi
El partido contra el Girona fue uno de los tantos de este año en los que el Barça dominó, pero se desmoronó mentalmente con el primer golpe. Los azulgranas ganaban al Girona plácidamente teniendo oportunidades de sobra para finiquitar el partido, pero sucedió todo lo contrario. Una derrota abultada que suponía perder el segundo puesto ante un equipo que se clasificaba por primera vez en su historia para la Champions.
Al final del partido, se han podido ver varios videos de Laporta en los que repetía varias veces la frase “¡No puede ser!”. Sin embargo, según ha publicado el podcast ‘Barça Reservat’,Deco se enfadó al mismo nivel que el presidente, centrando su crítica hacia Xavi. Esto hace disparar las alarmas en Can Barça porque para hacer una buena planificación es indispensable que haya buena comunicación.
El final de temporada
Al Barça aún le quedan 4 partidos de Liga, el primero de ellos frente a la Real Sociedad, con el objetivo de recuperar esa segunda plaza. Luego vendrán tres rivales que, a priori, no se juegan nada (Almería, Rayo Vallecano y Sevilla). Tras el empate del Girona de este viernes, los culés están a solo dos puntos de esa plaza que da acceso a la próxima Supercopa de España.
En caso de que no se consiguiese, la tensión se dispararía en Barcelona y volverían las dudas sobre la continuidad del míster.