El Barça sigue sin resolver el problema del banquillo el año que viene. La directiva trabaja en dar con el sustituto ideal, pero tiene dos opciones claras: Xavi o Rafa Márquez. Si Xavi no cambia la opinión de su dimisión, el técnico del Barça Atlètic sería el elegido para entrenar al primer equipo.
Márquez ha demostrado ser un buen entrenador para el filial, donde ha conseguido disputar el ascenso en las dos temporadas que ha estado. La campaña pasada logró clasificarse para los play-off, y en esta se sitúa en la segunda posición por el momento a 5 puntos del líder.
Un estilo que se adapta al Barça
El ex-jugador del FC Barcelona ha hecho un gran trabajo con el filial. Pero gran parte de ese trabajo ha sido inculcar un estilo que ha servido para encaminar las buenas dinámicas. Hasta este pasado fin de semana, encadenaban 12 partidos sin perder.
Rafa Márquez tiene inculcado el ADN culé, habiendo estado 5 años dirigido por Rijkaard y la primera temporada con Pep Guardiola. Sus jugadores plasman un juego de posesión con el objetivo de someter al rival en su campo y poder acelerar en ataque. Sus mediocentros, Casadó, Moha y Bernal saben llevar los 'tempos' del partido y dirigir el juego.
Sin embargo, también es parte de su juego el no rendirse y ser intenso. La lucha hasta el final ha dado bastantes puntos al filial y eso es algo que el mexicano trata de potenciar.
Además, tiene una característica que gusta mucho al club. Confía en las categorías inferiores de La Masia, dándoles oportunidades de forma habitual a algunos de ellos. Marc Bernal es uno de los ejemplos que pasó del Cadete A al filial, siendo titular indiscutible.
Otro de ellos es Guille Fernández, el delantero del Juvenil B que, con 15 años, ya está teniendo minutos con el Barça Atlètic. Esto daría continuidad al mismo hábito de Xavi con el primer equipo.
Aspectos tácticos
Márquez utiliza la formación del 4-3-3 con el 'B', pero admite variaciones tácticas sin problema. La temporada pasada utilizó laterales más profundos, aunque este año ha utilizado incluso a mediocentros en esa posición.
También es un entrenador al que, si le gusta lo que ve, intenta tocarlo lo menos posible. Confía en sus once jugadores iniciales y repite estas alineaciones si no hay problemas. Pese a ello, sabe adaptar bien al equipo frente a las bajas importantes.
Sus extremos juegan a pierna cambiada, buscando el interior del terreno de juego. Esta temporada está Naim por la derecha y Unai por la izquierda, aunque también ha variado con Pau Víctor para colocar a Percan de '9'.
Las jugadas a balón parado es otra de las causas de los goles del Barça Atlètic. Con jugadores potentes por arriba como Faye y un buen centrador, intenta siempre crear peligro en esas jugadas.
Paciente y tranquilo de profesión
A diferencia de Xavi, Rafa Márquez es un entrenador calmado, que da poco que hablar en sus actuaciones desde la banda. Intenta meterse en pocos líos con los árbitros y lo consigue. Con el Barça Atlètic no ha sido expulsado nunca.
El mexicano intenta calmar sus emociones y confiar los hombres que tiene en el campo. Sabe que las luchas contra el árbitro sirven de poco y se ciñe a actuar sobre su equipo.
También es un entrenador que tiene paciencia en cuanto a los fichajes. Intenta darles oportunidades a los recién llegados y que se adapten lo mejor posible al grupo. Sus dos últimas incorporaciones, Naim y Mbacke, son habituales en el once inicial.