Y después de cuatro años..el Barça volvió. Durante muchas temporadas, la afición culé ha sufrido muchos varapalos emocionales, sobre todo en la Champions League. Desde las eliminaciones dolorosas en Roma o Liverpool hasta caer a la Europa League tras no poder pasar de fase de grupos.
Pero este año tiene un aroma diferente, pues están a un solo partido de plantarse en semifinales de esta competición tan exigente. El ambiente que se respiraba era de ilusión mezclado con miedo, ese no saber si este año se iba a competir con los más grandes. En esta eliminatoria el Barça no era favorito y menos fuera de su campo, sin embargo, en esto del fútbol el relato no siempre manda.
Pocas ocasiones
El encuentro comenzó con una gran intensidad por parte de ambos equipos, pero con el PSG haciendose el dueño del balón. Los de Xavi estaban atrás, arropados en defensa a la espera de una pérdida parisina que les permitiese salir en transición. La consigna era clara, buscar la espada de Marquinhos para aprovechar la velocidad de su compatriota Raphinha.
Los remates no eran muy efectivos, de hecho, ni Ter Stegen ni Donnarumma tuvieron que hacer grandes intervenciones. Hasta que apareció Lamine con un centro al punto de penalti, despeja el portero italiano, y Raphinha aprovecha esa mala salida para marcar a puerta vacía. El Barça se adelantaba en el marcador a pocos minutos del descanso.
Fantasmas del pasado
Luis Enrique decidió cambiar cosas para la segunda parte, introduciendo a Barcola en el lugar de Asensio, la gran novedad en el once. Este cambio dio sus frutos, pues en solo cuatro minutos marcaba Dembelé tras un gran disparo, y el segundo lo hizo Vitinha tras un gran pase de Fabián. Los azulgranas perdían todo lo que habían conseguido por un par de fallos de atención.
Los temores se apoderaban de nuevo del Barça, quien perdía la pelota y le costaba sujetar las ofensivas parisinas. Entonces, Xavi intervino en el partido sacando a Lamine y a Sergi Roberto, para dar entrada a Joao Félix y a Pedri. El canario, que volvía de lesión, fue el encargado de mandar un balón perfecto a Raphinha para que empatase el encuentro.
Héroe inesperado
Con el 2-2 en el marcador, el partido fue bajando en intensidad y en ocasiones. Ambas defensas se estaban imponiendo a las delanteras rivales, por lo que todo se encaminaba a que el marcador ya no se movería. Sin embargo, a la salida del corner botado por Gundogan, Christensen marcaba lo que sería el tercero y definitivo gol de esta ida de cuartos de final.
En el tiempo restante, los de Xavi controlaron mejor el partido, con posesiones más largas que hacían desesperar a los de Luis Enrique. Mbappé no estuvo a su mejor nivel y eso lo acusó el equipo parisino. El próximo martes sabremos como acaba esta historia.
Ficha técnica
PSG: Donnarumma; Marquinhos, Lucas Hernández, Beraldo, Mendes; Lee Kang-in (Zaïre-Emery, 61′), Vitinha, Fabián Ruiz (Gonçalo Ramos, 86′); Dembélé, Mbappé, Asensio (Barcola, 46′).
FC Barcelona: ter Stegen; Koundé, Araújo, Cubarsí, João Cancelo; Sergi Roberto (Pedri, 61′), Frenkie de Jong (Christensen, 76′), Gündoğan (Fermín, 86′); Lamine Yamal (João Félix, 61′), Lewandowski, Raphinha (Ferrán Torres, 76′).
Tarjetas: Sergi Roberto (34′), Vitinha (65′), Cubarsí (82′), Christensen (88′), Fermín (89′), Beraldo (89′).
Goles: Raphinha (37′), Dembélé (48′), Vitinha (50′), Raphinha (62′), Christensen (77′).
Árbitro: Anthony Taylor.
Estadio: Parc des Princes.