El Barça lleva varias temporadas sin rumbo fijo. Palancas, giros de guion, improvisaciones y la mayoría de veces, malos resultados que están pasando factura en Can Barça, han sido la ruta habitual. Sin embargo, este club tiene una suerte eterna, un faro al que agarrarse siempre que las cosas van mal, y eso es La Masia.
En una temporada turbulenta como esta, el Barça solo ha sido capaz de encontrar el camino correcto con las irrupciones de los canteranos. A partir de los Cubarsí, Lamine Yamal, Hector Fort y Marc Guiu, el Barça ha conseguido volver a reencontrarse con su esencia para empezar a ser competitivos ante Nápoles y Atlético.
Una esencia que no debe perder en los próximos años. Con la situación financiera que tiene el Barça entre manos, tiene que conservar los grandes activos que tiene y por eso, ya se ha puesto manos a la obra para renovarlos.
El Barça 'atará' a sus mejores perlas
El club, que es consciente del nivel que están mostrando al mundo, tratará de adecuarles el salario y la cláusula de rescisión para evitar sustos. Marc Guiu, Fort y Cubarsí siguen teniendo contratos de juvenil con cláusulas de apenas diez millones y con el potencial que tienen, son absolutas gangas.
Por eso, en el caso de Pau Cubarsí y Héctor Fort, que aún no tienen 18 años, el Barça simplemente tratará de ampliarles el contrato por los tres años permitidos. Para a su vez, adecuarles el salario a su situación en el primer equipo, y sobre todo, para subirles la cláusula.
Por otro lado, Marc Guiu, que ya ha cumplido la mayoría de edad, será renovado presumiblemente por cinco años con las mismas condiciones que sus dos jóvenes compañeros. De esta manera, los tres estarán blindados para los próximos años, objetivo indispensable para Deco.
El futuro del Barça pasa por ellos
El futuro del club es incierto, sí. Pero, lo que tenemos claro todos es que el Barça será más reconocible, y quién sabe si admirado como antaño, si es capaz de salir a competir con gente de casa.
Porque los Lamine Yamal y compañía son los que nos están haciendo volver a ilusionarnos con ir al estadio y con ver jugar al equipo. Sin ellos, el Barça es, a menudo, un equipo sin alma, y falto de talento.
Ellos son el futuro. Junto con grandes estandartes como los De Jong o Araujo, sumados a los que ya están curtidos como Gavi o Balde, el club debería ser capaz de competir. Los años dirán, pero estos chicos apuntan muy altos y el club hace bien en moverse rápido para renovarlos.