El Barça recibió anoche al Olympiacos y suma la tercera victoria europea del año. Con Willy y Jabari como líderes culers, quienes protagonizaron uno de sus mejores encuentros con la camiseta azulgrana.
Pese a dominar en el marcador durante gran parte del partido, los griegos se acercaron en un final ajustado. Los de Grimau supieron resolverlo de la mejor manera: con actitud, energía, y un Palau volcado. Además, las bajas no fueron un impedimiento.
El conjunto sufrió la de Nnaji por un proceso vírico y la de Laprovittola por unas molestias musculares. El club informó también que el capitán, Alex Abrines, padece pubalgia y que su evolución marcará su disponibilidad. Tampoco es segura su presencia en la Copa del Rey, que se disputará a mediados de febrero.
Esta victoria mantiene la racha en el Palau, tras ganar en Europa al Real Madrid y Baskonia y en Liga Endesa al Obradoiro. Recibirán al Zalgiris este mismo viernes también en casa para cerrar la semana de Euroliga y mantener la buena racha y la segunda posición.
Los culers buscan otra victoria europea
El encuentro empezaba con un ritmo muy alto de ambos equipos y una muy buena circulación del balón del Barça. A esto se sumaba el poderío de Jabari desde el triple, que abría brecha en el marcador en los primeros compases (16-7).
Los locales protagonizaron una buena actuación en defensa y, pese a los griegos acercarse por momentos, terminaron el primer cuarto con una pequeña ventaja (20-27). Y con un Jabari Parker estelar (13 pts.).
Olympiacos seguía apretando el acelerador en el inicio del segundo asalto y el acierto del Barça bajaba. Joel Parra entraba en pista con actitud y ganas, y aportaba la energía que faltaba al conjunto (38-33). Los de Bartzokas revivieron de la mano de Williams-Goss y Brazdeikis.
Se encargaron de levantar a su equipo y ajustar el resultado a pocos minutos de ir al descanso. Los aficionados griegos cada vez se hacían notar más y Parra anotaba sobre la bocina para terminar la primera parte por todo lo alto (44-41).
El Barça evita la remontada de los griegos
Los locales volvían del descanso con más recursos ofensivos y con un Jabari que seguía en la misma línea del primer tiempo (54-45). Seguían aumentando distancias en unos minutos dónde todos los jugadores en pista eran protagonistas, pero las cosas se complicaban tras la tercera falta de Vesely.
Una de muy perjudicial. Con la baja de Nnaji, el Barça contaba solo con dos pívots en la rotación. Entraba Willy para mantener la distancia de los 10 puntos haciendo daño interior (62-52).
Ni una técnica por flopping al mismo privaban al equipo de seguir con su misión, la tercera victoria europea del año (75-63).
Volvía a despertar la afición griega y junto a ella su equipo. Con un parcial de 10-0, los de Bartzokas lograban recortar distancias (77-73). Jabari rompía la sequía del conjunto, pero la situación empeoraba: llegaba la expulsión de Vesely.
El checo cometía su cuarta falta y, tras sus quejas, una falta técnica. Que los culers supieron resolver. La defensa descomunal del Barça fue decisiva en el final del encuentro.
Y lo sentenció Satoransky con el triple de la tranquilidad (86-78).