El Barça de Xavi cumplió con la primera tarea en los octavos de final de la Champions League: conseguir un resultado positivo en Italia. Lo cierto es que, pese a ser un resultado útil, también deja un sabor amargo. Y es que el equipo azulgrana lo tuvo todo de cara para salir con una victoria abultada del Estadio Diego Armando Maradona.
Es por ello que la vuelta de la llave será clave. Ambas escuadras buscarán la clasificación a cuartos de final de manera incansable, donde los de Xavi parten con ventaja por ser locales. Pero más allá de lo deportivo, también juega lo económico.
Ganar, una obligación
Existe cierto nerviosismo en el entorno azulgrana, lo cual es justificable: el Barça volvió a pecar de la falta de contundencia defensiva y ofensiva. El equipo azulgrana mostró los mejores minutos de la temporada ante el Nápoles, pero no pudo sacar una diferencia cómoda de cara a la vuelta. No obstante, fue mejor sobre el terreno de juego, y ese es el principal argumento para transmitir confianza a la afición.
De esta manera, los culés están obligados a ganar ante su gente y en su estadio. Después de dos años sin disputar una fase eliminatoria de Champions League, el entorno del FC Barcelona quiere volver a disfrutar. Y acompañado de la alegría deportiva, también viene la inyección económica.
Desde la participación azulgrana en el certamen más prestigioso del continente hasta la clasificación a octavos del mismo, el Barça, progresivamente, ha ingresado una suma importante de dinero a sus arcas. Una suma que puede ser mayor de darse la clasificación a los cuartos de final, la cual rondaría los 11 millones de euros. Cifra que el Barça tiene presente en el presupuesto de la temporada, a decir verdad.
Por ello, ganar es una obligación. Quedarse sin ese ingreso solo traería consigo más problemas para el cuadro catalán, además de una decepción importante en la afición. El partido de vuelta ante el Nápoles estará, ciertamente, interesante.
Sin perder de vista el Mundial de Clubes
El empate ante el Nápoles también complicó las opciones del cuadro azulgrana de clasificar a la innovadora edición del Mundial de Clubes 2025. Y es que, como se informó en los últimos días, el equipo azulgrana mantenía una distancia considerable (siete puntos) con el Atlético de Madrid. El equipo colchonero es el favorito para llevarse la segunda plaza que el certamen brinda a cada país, pues el Real Madrid ya se aseguró una de estas.
Tras esta primera vuelta de los octavos de final de la Champions League, el equipo azulgrana recortó un punto de distancia. La derrota del Atlético ante el Inter en Italia ocasionó que el cuadro madrileño no sume puntos en el coeficiente UEFA. Por otro lado, el empate entre Barça y Nápoles otorgó una unidad a cada uno.
Sin embargo, el escenario ideal era que el equipo azulgrana recorte dos puntos y, de esta manera, se ubicara a cinco del Atlético con la vuelta por disputarse. Algo que no ha sido posible. Así, la diferencia actual es de seis puntos, y la lucha se mantiene viva.