En las últimas horas se ha oficializado la salida del director de deportes Xavier Burdó. Tras varias semanas de tregua en esta facción de la entidad, la directiva se vuelve a resentir por la pérdida de una figura importante.
Alguno no llegó ni a la junta
El caso de la primera de las salidas fue la dimisión de Jaume Giró, que formaba parte de la candidatura. Su figura era relevante, ya que sería el vicepresidente primero y el encargado del área económica. Se alegaron compromisos familiares para justificar su marcha.
Las salidas en el departamento comercial
Este sector es el que más problemas ha causado en la directiva de Laporta. Con tal de conseguir ingresos que beneficien la situación deportiva, el presidente ha tenido que llevar a cabo operaciones que algunos no veían favorables.
Las principales discrepancias fueron el patrocinio de Spotify, la elección en la empresa de las obras del Camp Nou y el Espai Barça. Esto ha propiciado la salida de grandes nombres como Jaume Llopis, Jordi Camps, Ferran Reverter, Ramón Ramírez y Jordi Llauradó.
Las salidas en el área deportiva
Las salidas de gran renombre las encontramos en el área deportiva, donde la gran mayoría son por discrepancias con el rumbo tomado por Laporta. Esta ha sido una sección muy inestable en cuanto gestión como por ejemplo con el caso de Xavi.
Uno de los grandes nombres que puso el presidente en su candidatura fue Mateu Alemany. Abandonó el club tras una gestión brillante del Fair Play en los mercados que trabajó y parecía la gran esperanza de la dirección deportiva.
Jordi Cruyff y Zubizarreta son las otras dos grandes figuras que el Barça ha perdido en la directiva.
Las figuras que han ensombrecido las salidas
Da la sensación de que Laporta ha priorizado relacionarse con otros contactos que no eran los que impulsaron el renacer del club. Su relación con diferentes agentes importantes como Jorge Mendes, Pini Zahavi o Andre Cury han influido en las decisiones.
Por el momento, Deco ha sido la gran figura junto a Joan durante la legislatura. Pese a las salidas y las críticas, Laporta tampoco tiene una gran oposición a la presidencia.