Hace justo un año, el equipo dirigido por Xavi Hernández llegaba a la Supercopa con un juego un poco irregular. Pocos se imaginaban por aquel entonces que el Barça haría uno de sus mejores partidos de la era Xavi.
Fue en la final ante el Real Madrid. Este partido acabó 3 a 1 con un dominio abrumador del conjunto culé.
Fue una clase magistral de juego de posición y ADN Barça. Este partido supuso un antes y un después en la temporada.
En primer lugar, fue una inyección de moral capital. En segundo lugar, consolidó el cambio táctico. Xavi dio con la tecla con el esquema de cuatro centrocampistas.
El dilema de Xavi
Esta temporada hemos visto que el entrenador azulgrana ha intentado volver a un 4-3-3 más tradicional. Lo hizo encajando en el equipo a Joao Félix por la izquierda del ataque.
Aunque ha tenido buenos partidos, parece que el portugués está perdiendo ahora su titularidad.
Con Joao, ganas creatividad en la zona final. Pero, también sacrificas capacidad de presión sin balón. Tanto en cantidad como en cualidad.
El talentoso extremo no es el mejor decidiendo cuando activar una presión. Últimamente, Xavi ha optado por situar en esta posición a Ferran Torres.
Mejora al portugués en la presión y también es una mayor amenaza al espacio. Aunque es menos creativo, tiene más gol.
Pero ninguno de los dos puede replicar a Gavi. El canterano era una pieza clave del sistema. Incansable en la presión y muy listo para saber como orientarla.
Además, es un jugador mucho más pulcro con balón, hecho que te daba más control de los partidos.
Será interesante ver qué decide hacer Xavi en esta Supercopa. Ante Osasuna posiblemente vuelva a jugar Ferran.
Pero, en una hipotética final ante el Real Madrid, no parece descabellado que intente volver al sistema de 4 centrocampistas. Usando a Fermín por la izquierda. El joven canterano podría aportar más cosas similares a Gavi.
La vuelta de la BACK
Con las lesiones de Iñigo Martínez y Joao Cancelo, todo hace indicar que volveremos a la defensa titular del curso anterior. Balde, Araujo, Christense y Koundé.
Fue clave para hacer cifras históricas en La Liga, con 26 partidos dejando la portería a cero. Los tres centrales, que cerraban en fase ofensiva, son tres bestias para ganar duelos directos. Pero, esta temporada no han jugado tantas veces juntos, y cuando lo han hecho, tampoco han rendido tan bien.
Puede haber varias razones. La primera, ligado al cambio de sistema y de jugadores. Sacrificando a un centrocampista y, sobre todo, perdiendo a Gavi, los rivales arman pases con mucha más facilidad.
Así, la BACK está aún más expuesta. Veremos si Xavi consigue recuperar la mayor virtud del equipo la temporada anterior: la presión a campo rival.