Deco y la dirección deportiva, a falta de definir quién será el próximo entrenador del Barça, ya trabajan en la confección de la nueva plantilla. Y lo hacen con las prioridades claras, sabiendo que el objetivo número uno es fichar a un mediocentro de garantías.
El equipo ha experimentado muchos inconvenientes esta temporada. Lesiones de jugadores importantes, involución en el juego colectivo y más problemas institucionales han desembocado en una campaña decepcionante.
En este sentido, centrándose en el terreno de juego, muchos de los problemas se han visto reflejados en la falta evidente de un mediocentro. Por suerte, el club ya se ha puesto manos a la obra y parece tener apalabrado a Guido Rodríguez, pivote del Betis.
Guido podría ser el primer fichaje, a falta de que se cumpla su condición
El futbolista argentino del Betis tendría ya un preacuerdo con el Barça, según informo Fabrizio Romano. Además, este último añadió que Guido llegaría por dos temporadas, más una tercera opcional.
Sin embargo, aunque el fichaje está muy bien encaminado, todavía quedan cosas por dilucidar. Así, según apunta el Diario Sport, el argentino habría puesto un condicionante antes de firmar: saber quién será el nuevo entrenador.
Guido no quiere precipitarse y prefiere esperar a saber las intenciones del que será su nuevo técnico. Con Xavi tiene buena relación y el de Terrassa ha aprobado su incorporación, pero si el catalán acaba saliendo del club, todo podría cambiar.
Guido Rodríguez no tapará el fichaje de un pivote ilusionante
A la espera de saber qué sucede con el banquillo del Barça, y por ende, con el futuro de Guido, la dirección deportiva tiene claro que se intentará fichar otro pivote. Concretamente, un jugador de nivel mundial que eleve el techo competitivo del equipo.
Y en esta terna existen dos nombres claros: el de Joshua Kimmich y el de Martín Zubimendi. Ambos, aunque será difícil traerlos, reforzarían la plantilla con garantías y con seguridad llevarían al Barça al siguiente nivel.
No obstante, habrá que esperar, ya que ahora mismo, todo es aventurarse demasiado. Lo primero es encontrar entrenador y acabar de sellar a Guido Rodríguez, que está apalabrado.