Marc Casadó afronta un curso que puede marcar un punto de inflexión en su carrera. El centrocampista formado en La Masia irrumpió la temporada pasada, ganándose la confianza de Hansi Flick gracias a su intensidad, su trabajo defensivo y su capacidad para equilibrar el juego. Su rendimiento en momentos exigentes dejó claro que estaba preparado para dar el salto al primer equipo y contribuir de forma constante.
Sin embargo, el contexto actual es distinto. La plantilla presenta mucha competencia en la medular, con futbolistas asentados como Frenkie de Jong, Pedri y Gavi, además del crecimiento de Marc Bernal y la versatilidad de Olmo o Fermín. Esto ha reducido de forma natural el margen de minutos para Casadó, que ahora debe luchar contra una rotación más amplia y competitiva.
Un escenario que le pone a prueba
Aunque Flick ha manifestado su confianza en toda la plantilla, Casadó sabe que parte con desventaja en la pugna por la titularidad. Cuando De Jong está disponible, el pivote tiene dueño, mientras que Pedri y Gavi se reparten gran parte de las posiciones interiores. Incluso Bernal ha logrado hacerse un hueco en las alineaciones del técnico alemán, aumentando la presión sobre el canterano.
En este contexto, el papel de Casadó podría verse reducido a apariciones puntuales en partidos de menor exigencia o a situaciones específicas en las que se busque reforzar el bloque defensivo. El riesgo de pasar demasiado tiempo en el banquillo es real, y esa falta de continuidad puede condicionar su evolución en una etapa clave de su desarrollo profesional.
Enero, fecha clave para su futuro
Si la tendencia actual se mantiene, el mes de enero podría abrir un escenario distinto. El centrocampista valorará entonces todas las opciones posibles, incluyendo una cesión que le permita acumular minutos o un traspaso con recompra que asegure un vínculo con el Barça a medio plazo. La prioridad para él es seguir compitiendo al máximo nivel, pero sin que su progresión se vea frenada por la falta de participación.
En el club son conscientes de que el caso requiere una gestión cuidadosa. Flick, por ahora, prefiere no precipitarse, ya que las lesiones, sanciones o necesidades tácticas podrían alterar el reparto de minutos en cualquier momento. El jugador, mientras tanto, se mantiene concentrado en aprovechar cada oportunidad que surja para demostrar que puede ser útil en partidos de alto nivel.