El Manchester United ha puesto sus ojos en varios jugadores del FC Barcelona durante este mercado de fichajes. Nombres como Gavi, Fermín López o Marc Casadó han estado en sus informes, generando rumores constantes en la prensa inglesa y catalana. Sin embargo, el club de Old Trafford trabajaba en silencio por otro objetivo, uno que también estaba en la agenda de Deco y Hansi Flick.
Durante semanas, en los pasillos del Camp Nou se había hablado de este futbolista como una posible incorporación. El cuerpo técnico consideraba que encajaba perfectamente en el estilo de juego del equipo y que aportaría un salto de calidad importante. Su juventud y proyección lo convertían en una apuesta estratégica para las próximas temporadas.
El Barça lo tenía en su radar
Este verano ha sido especialmente movido para el Barça. Entre las llegadas de Rashford, Joan García y Roony Bardghji, la dirección deportiva también trabajaba en la búsqueda de un delantero que pudiera alternar titularidad con Robert Lewandowski. Hansi Flick quería un perfil rápido, con físico dominante y capacidad de resolver partidos en escenarios exigentes.
El jugador en cuestión cumplía con todas esas características. En la secretaría técnica existía la convicción de que, con un periodo de adaptación, podría convertirse en un activo clave del club. No obstante, la compleja situación económica del Barça obligaba a priorizar otras operaciones, dejando este fichaje en un segundo plano.
Mientras tanto, el Manchester United estudiaba con detenimiento el terreno. Consciente de que el Barça no tenía margen inmediato para cerrar la operación, aceleró los contactos y presentó una propuesta que difícilmente podía igualarse en la Ciudad Condal.
Old Trafford se adelanta en la carrera
El proyecto deportivo del United, junto a su músculo financiero, acabó inclinando la balanza a su favor. El jugador veía con buenos ojos la posibilidad de competir en la Premier League, donde el protagonismo sería inmediato. Además, el técnico Erik ten Hag le ofrecía un papel central en su esquema, con la promesa de continuidad y minutos desde el inicio.
En Barcelona, aunque existía interés real, no se podía garantizar esa titularidad en el corto plazo. El plan de Flick era integrarlo de forma progresiva, dándole minutos en rotaciones y en competiciones como la Copa del Rey o la Champions en fases menos exigentes. Esa diferencia de rol resultó determinante para la decisión final del futbolista.
Las negociaciones se cerraron de forma rápida. La cifra económica, que en el Barça se consideraba elevada, fue aceptada sin problema por el United, que buscaba un delantero joven con proyección internacional.
Una oportunidad perdida para el Barça
La confirmación del fichaje ha supuesto cierto desencanto en el entorno culé. Aunque no era un movimiento prioritario, sí estaba en la lista de posibles refuerzos a medio plazo. En la dirección deportiva existe la sensación de que se ha perdido una oportunidad importante para reforzar la delantera de forma estratégica.
Finalmente, el misterio se resolvió: el jugador en cuestión es Benjamin Sesko, delantero esloveno de 22 años que militaba en el RB Leipzig. Su fichaje por el United supone un golpe en la planificación azulgrana. Ya que era visto como uno de los pocos delanteros jóvenes capaces de ofrecer rendimiento inmediato y un gran margen de crecimiento.
Sesko, por su físico imponente y capacidad goleadora, encajaba perfectamente como relevo de Robert Lewandowski. Sin embargo, el poder económico de la Premier y la oferta deportiva de Ten Hag han pesado más que la propuesta culé.
En el Barça, ahora, la búsqueda de un delantero de garantías continúa. Sesko ya es jugador del United y la directiva deberá explorar nuevas opciones para reforzar una posición clave en la temporada que está por comenzar.