El FC Barcelona está a pocos días de iniciar los entrenamientos de pretemporada, y Hansi Flick ya ha marcado sus primeras prioridades. El técnico alemán, ya consolidado en el banquillo culé, busca comenzar la nueva temporada con una plantilla depurada y adaptada a su idea de juego. Por eso ha solicitado a Deco que acelere las operaciones de salida de varios jugadores que no entran en sus planes.
El objetivo es evitar que estos futbolistas se incorporen a las primeras sesiones, lo que podría generar distracciones en un momento clave para asentar la disciplina y definir el proyecto deportivo. La lista de descartes no es pequeña, y uno de los casos más delicados está directamente relacionado con el centro del campo. Una zona donde Flick considera que el equipo tiene sobrepoblación de jugadores.
El primer señalado por Flick
Entre los jugadores que tienen los días contados destaca Oriol Romeu. El mediocentro catalán no ha convencido al cuerpo técnico, que ya le ha comunicado que debe buscar un nuevo destino. Flick ha sido claro con Deco: no quiere que Romeu forme parte del grupo en la vuelta al trabajo.
Oriol Romeu, que regresó al Barça el pasado verano tras su paso por el Girona, no logró asentarse en el primer equipo. Xavi Hernández le otorgó minutos en la primera parte de la temporada en la que estuvo al mando, pero fue perdiendo protagonismo hasta salir cedido rumbo al Girona. Su rendimiento en Montilivi tampoco logró devolverle el nivel que mostró en campañas anteriores, y ahora es un hecho que no tendrá la opción de convencer a Flick en pretemporada.
Futuro incierto y sin ofertas
El Barça comparte la postura de Flick y está dispuesto a dejar salir a Romeu cuanto antes. Joan Laporta considera que la continuidad del mediocentro solo supondría un obstáculo para dar espacio a jóvenes promesas y nuevos fichajes. Sin embargo, la operación no es sencilla.
Romeu tiene contrato en vigor hasta 2026 y, de momento, no hay clubes que hayan mostrado un interés firme por hacerse con sus servicios. El Barça sabe que recuperar los millones que pagó al Girona por su fichaje es prácticamente imposible, y tampoco descarta una cesión para aligerar la masa salarial y liberar espacio. En ese sentido, Deco trabaja contrarreloj para encontrar una salida satisfactoria.
La alternativa de rescindir el contrato de Romeu está sobre la mesa, aunque implicaría una indemnización considerable. Por su parte, el jugador no tiene intención de renunciar a su vínculo contractual. De hecho, se muestra tranquilo a la espera de propuestas que encajen tanto para él como para el club.
Mientras tanto, Flick se mantiene firme en su petición: no quiere que Romeu sea parte del grupo cuando arranque la pretemporada. La directiva deberá mover ficha en los próximos días para resolver un escenario que amenaza con convertirse en un problema logístico y financiero.