El Barça vive un gran momento a nivel defensivo bajo las órdenes de Hansi Flick, algo que durante meses fue una preocupación constante. Con la llegada del técnico alemán, el equipo culé ha encontrado solidez en las primeras líneas, y uno de los responsables directos es Wojciech Szczesny. El portero polaco, que llegó en el último mercado de fichajes de invierno, se ha convertido rápidamente en un pilar para el primer equipo culé.
En ese sentido, y a pesar de las buenas noticias médicas y de que varias piezas clave se están recuperando, el técnico no tiene previsto hacer grandes cambios en su esquema. Ello implica la portería del primer equipo, pues Flick ha dejado claro los criterios que tendrá en cuenta para tomar decisiones. Y estos están basados únicamente en el rendimiento sobre el campo, sin importar el historial o el peso que pueda tener cada jugador en el vestuario del club.
Una encrucijada inesperada
Esta situación afecta directamente a Marc-André ter Stegen, quien ya está en la recta final de su recuperación y es uno de los capitanes culés. Sin embargo, el regreso del portero estelar no implicará automáticamente la vuelta a la titularidad. Hansi Flick prefiere mantener la confianza en Szczesny, cuya regularidad y liderazgo en el área han sido claves en los buenos resultados recientes.
La decisión no ha pasado desapercibida, ni en el vestuario ni fuera de él. El portero alemán, que es referente y figura indiscutible del Barça durante casi una década, se encuentra ahora ante una situación inédita. Aunque no hay conflicto abierto, en su entorno existe cierta incomodidad: el escenario ha cambiado, y su lugar en el equipo ya no está asegurado.
El mercado mueve ficha
Toda esta situación podría marcar el inicio de una nueva etapa para Ter Stegen en el FC Barcelona, o el final de la actual. Su estado ha llamado la atención de equipos importantes, especialmente en Arabia Saudí que ya han sondeado al entorno del guardameta culé, interesados en ofrecerle un contrato multimillonario. Todavía no hay una propuesta formal, pero los contactos informales ya comenzaron y el jugador no cierra ninguna puerta.
Con 32 años y varios títulos en sus espaldas, Ter Stegen entiende que está en una fase clave de su carrera. Si no consigue recuperar el protagonismo perdido, podría considerar seriamente una salida, incluso hacia un destino tan exótico como lucrativo. Desde la dirección deportiva del club, la situación genera dudas: Ter Stegen tiene contrato hasta 2028 y un salario elevado, pero nadie quiere precipitarse.