La situación en la portería del Barça ha dado un giro radical. Lo que parecía impensable hace unos meses ahora empieza a tomar forma con decisiones que sacuden los cimientos del vestuario. Joan Laporta ya ha tomado cartas en el asunto: hay un plan en marcha para que Marc-André ter Stegen no vuelva a ser el portero titular del equipo.
El regreso del alemán tras su lesión era esperado como agua de mayo, pero sus últimas apariciones públicas y declaraciones han generado malestar en la directiva. Según fuentes internas, el presidente blaugrana está harto de lo que considera "protagonismo innecesario" por parte de un jugador que ha perdido parte de su peso competitivo.
Szczęsny, de temporero a héroe inesperado
Cuando el polaco Wojciech Szczęsny llegó al club, lo hizo casi como una solución de emergencia. Nadie imaginaba que un portero que ya había anunciado su retirada iba a tener el impacto que finalmente ha tenido. Con actuaciones decisivas, liderazgo en el campo y un comportamiento ejemplar, ha conquistado al cuerpo técnico y al vestuario.
Szczęsny ha sumado paradas imposibles y una estabilidad defensiva que se echaba de menos desde hace tiempo. Tanto es así que Flick ya ha solicitado su renovación inmediata, y Laporta, encantado con su rendimiento, ha decidido darle galones hasta que el próximo relevo esté listo.
La figura de Marc-André ter Stegen se ha ido desgastando. Aunque sigue siendo uno de los jugadores más valorados del equipo, su regreso plantea un problema jerárquico que nadie quiere enfrentar. En el actual Barça de Flick no hay nombres por encima del grupo, y su entrada podría desequilibrar una armonía muy difícil de construir.
Laporta quiere evitar que el vestuario entre en tensiones y por eso ha ideado un plan que contempla la salida del alemán. Ya hay conversaciones para activar su venta, y varios clubes de la Premier League estarían atentos si el Barça fija un precio razonable. La idea es sacar tajada ahora, mientras aún tiene mercado, y preparar el terreno para una nueva estructura en la portería.
El fichaje que rompe el tablero
Uno de los movimientos estratégicos más comentados es la posible vuelta de Arnau Tenas. El ex canterano, ahora tercer portero del PSG, podría regresar al Camp Nou en verano. Laporta quiere cerrar su fichaje y que sea el suplente natural de Szczęsny hasta que esté listo para asumir el rol de titular.
Tenas es del gusto de Flick, conoce la casa y tiene una proyección altísima. Su marcha fue dolorosa, pero el contexto era otro: Ter Stegen bloqueó su ascenso y eso fracturó su relación con el club. Ahora, con otro panorama, su regreso sería la guinda a una operación quirúrgicamente diseñada para asegurar el presente y el futuro de la portería blaugrana.
Ter Stegen, ¿culé hasta el final?
El portero alemán tiene contrato hasta 2028, pero su futuro parece estar cada vez más lejos del Camp Nou. Aunque públicamente mantiene su discurso de compromiso, en privado ya se ha mostrado sorprendido y dolido por la falta de respaldo del club. Sus declaraciones recientes no han gustado y podrían ser el último clavo en el ataúd de su etapa como culer.
Laporta lo tiene claro: si se concreta una buena oferta y Tenas acepta regresar, la era de Ter Stegen habrá llegado a su fin. El Barça ya no quiere mirar al pasado. Y aunque la decisión pueda parecer drástica, está basada en una lógica deportiva y económica que, para la directiva, no admite discusión.
En medio de todo este movimiento, Szczęsny seguirá como el guardián del arco. Laporta y Flick han visto en él algo más que un portero. Es un líder en la sombra, un profesional ejemplar y un punto de equilibrio en una plantilla joven que necesita referencias estables.
La renovación del polaco será por dos años, tiempo suficiente para que Tenas crezca a su sombra y, eventualmente, tome el relevo. El futuro se escribe ya, y el Barça no quiere más sobresaltos bajo los tres palos. El nuevo ciclo empieza ahora, y será sin Ter Stegen.