Gavi volvió a ejercer de capitán sin brazalete. No importa que no estuviera en la convocatoria, o que viera la caída de su equipo ante el Villareal (3-5) por televisión por culpa de su rotura en el ligamento.
Minutos después de conocerse que Xavi abandonará el banquillo del Barça en junio, el andaluz subió una historia a Instagram para mostrarle su apoyo. En ella aparecían Gavi y Xavi cerca del banquillo conversando, y un mensaje: "Siempre a muerte contigo míster".
Los jugadores asumen responsabilidades
Gavi no fue el único futbolista en dar la cara. Al terminar el partido, Frenkie de Jong dijo que "claro que hay plena confianza en el míster y el cuerpo técnico, que están haciendo un muy bien trabajó". El neerlandés asumió su responsabilidad y dijo que "es culpa nuestra, de los jugadores, tenemos todas las condiciones y si no salen es culpa nuestra".
En la misma línea siguió João Cancelo, quien fue muy contundente. "La culpa es solo nuestra. Hablo por mí, mis compañeros tuvieron una actitud muy buena pero yo fui un desastre", dijo con relación a su actuación.
Recordando el segundo gol del Villareal, tras un error suyo, reconoció que "creo que fueron de los peores 45 minutos de mi carrera". Pero dijo que ya pensaba "en mañana entrenar" porque "el sol siempre sale y lo bueno del fútbol es que el miércoles tenemos otro partido".
Cariño mutuo
Desde que Xavi sustituyera a Koeman como preparador culé, el egarense siempre ha contado con Gavi. Lo ha considerado una pieza fundamental, ha elogiado su esfuerzo y ha contado con él como 'titularísimo'.
Con la llegada de Gündogan y Oriol Romeu el pasado verano, se llegó a especular con que Gavi iba a ser el sacrificado y contaría con menos minutos. Lejos de ello, el centrocampista de Los Palacios sacó su carácter y se destapó como uno de los jugadores más en forma durante esta temporada.
Desgraciadamente, el parón de selecciones se cebó con él. En noviembre, en un partido intrascendente contra Georgia, Gavi siguió dándolo todo y, en una acción persiguiendo el balón, se rompió el ligamento cruzado anterior.
La lesión lo mantiene apartado de los terrenos de juego desde entonces, y continuará así hasta, mínimo, la temporada siguiente. Desde entonces, el Barça ha tenido dificultades a la hora de presionar y se ha partido más fácilmente en los encuentros.