A falta de menos de un mes para que arranque oficialmente el mercado, en la dirección deportiva ya trabajan a destajo en la confección de la nueva plantilla. Y lo hacen con el objetivo inestimable de proporcionarle refuerzos a Hansi Flick.
No obstante, todos en el club conocen la necesidad de regresar a la regla 1:1 para poder fichar. El Barça debe ingresar primero los millones que no se cobraron por el impago de Líbero para desbloquear el límite salarial.
A partir de ahí y de algunas ventas importantes que podrían sucederse, el Barça se lanzaría a por un mediocentro de nivel mundial. Es la prioridad de todos y no es para menos, y por eso, el Barça maneja varias opciones con dos perfiles muy debatidos en el seno del club.
Joshua Kimmich, la apuesta ilusionante que apoya Flick
Posiblemente la del alemán, es la opción favorita de todos los culés. Un jugador de buen pie estilo Barça, con gen ganador y entrenado por técnicos del nivel de Pep Guardiola.
Así mismo, Kimmich representa la experiencia y el juego de posesión y posición, la cual cosa encanta a Joan Laporta. Además, ya fue entrenado por Flick en el año del sextete, lo cual le otorga un adepto más por su fichaje.
Sin embargo, su incorporación no sería nada fácil. Ya que, a pesar de que finaliza contrato en 2025, Kimmich escuchará primero al Bayern, que pide unos 60 'kilos' en caso de salir, una cifra altísima para sus 29 años.
Amadou Onana, el favorito de Deco
El nombre del belga de 22 años supondría, en cambio, una gran apuesta de futuro. Con poca experiencia en la élite, y sin haber jugado en ningún equipo grande, representa la gran opción de Deco.
El director deportivo portugués apuesta por él por los grandes informes que tiene y porque considera que el Barça necesita más físico para adaptarse a los nuevos tiempos. Así, Onana es un jugador muy fuerte, capaz de abarcar muchísimo terreno y con buena técnica para distribuir desde el mediocentro.
Aun así, su fichaje tampoco sería nada sencillo. El Everton pedía inicialmente 60 millones, aunque la buena noticia para el Barça es que los de Liverpool tienen problemas económicos que podrían obligar a bajar esa cifra hasta los 40.