Barça y Sevilla se enfrentan este domingo a las 21h en el Ramón Sánchez-Pizjuán. El encuentro, perteneciente a la última jornada de Liga, enfrenta al decimotercero y segundo clasificado en el que es un duelo intrascendente para ambos equipos.
El Barça ya tiene el objetivo de la Supercopa en el bolsillo y el Sevilla el de la permanencia. Aspiraciones mucho menores de las que deberían tener, a priori, estos dos equipos y que reflejan a las claras sus flojas temporadas.
El combinado hispalense además, acumula tres encuentros sin ganar y parece que está ya agotado de la temporada. A nivel mental, los jugadores han sufrido mucho viéndose abajo y con la permanencia sellada, parece que se han dejado llevar.
LAS AMENAZAS del Sevilla
El jugador más peligroso del combinado de Nervión será sin duda, Youssef En-Nesyri. El ariete marroquí, con Isaac Romero lesionado, tendrá que cargar con todo el peso de la delantera.
Sin embargo, sus 18 goles esta temporada son cifras muy buenas y sin duda, hay que tenerle en cuenta. Parece que le acompañará Lukebakio, que ha completado una temporada decepcionante. El belga empezó su andadura como un tiro, pero se ha venido claramente abajo con el paso de los meses.
A ellos, habrá que sumarle la amenaza de Ocampos, que está jugando más por dentro de lo que nos tiene acostumbrados. Con Quique Sánchez Flores empezó jugando por los carriles y ha acabado en el centro del campo.
LAS CLAVES DEL PARTIDO: la intensidad marcará el ritmo
En un partido dónde todo el pescado está vendido, lo normal sería ver poca motivación por parte de los jugadores. Por eso, quién sea capaz de encontrarla y poner la intensidad, tendrá mucho ganado en el encuentro.
Ambos deberían querer despedir la temporada de buena forma y ganar para irse con buen sabor de boca a las vacaciones. Y en esto, el Barça tiene la carta ganadora. Muchos futbolistas se juegan su futuro en el club y otros querrán despedir a Xavi como se merece.
Y por último en el apartado futbolístico, el Barça se encontrará un equipo bien ordenado atrás con cinco defensas y tres o incluso cuatro medios. Por lo tanto, si quiere descolocar el sistema de Quique, no tendrá otra que hacer circular el balón con velocidad para encontrar espacios.