El Barça de Flick afronta la nueva temporada con un frente ofensivo renovado y lleno de alternativas. Después de meses de trabajo en los despachos, el técnico alemán ya dispone de una plantilla con incorporaciones que prometen dar un salto de calidad. Uno de los focos principales durante el verano fue reforzar las bandas, donde el equipo había mostrado carencias en tramos decisivos de la campaña pasada.
La dirección deportiva, encabezada por Deco, analizó múltiples perfiles para acompañar y dar descanso a Raphinha. El brasileño había sido determinante en varios encuentros, pero disputar todos los minutos terminó pasándole factura en el tramo final de la temporada. Este escenario llevó a activar diferentes opciones en el mercado.
Rashford como solución inesperada, le quita el sitio
Durante semanas, Nico Williams se perfiló como el candidato ideal para reforzar el ataque culé. Sin embargo, las negociaciones con el Athletic no llegaron a buen puerto y el Barça decidió virar el rumbo. La apuesta final fue Marcus Rashford, cuya incorporación generó expectativa por su capacidad de adaptarse a distintos roles dentro del frente ofensivo.
El delantero inglés no tardó en encajar en el esquema de Flick. Su versatilidad y potencia en el uno contra uno, le permitieron ganarse rápidamente un lugar en la rotación.
Este nivel ha hecho que el club descarte la llegada de otros futbolistas, cerrando la puerta a nombres como el de Xavi Simons. Quien finalmente apunta a fichar por el Chelsea o el Bayern de Múnich.
Raphinha gana tranquilidad en el Barça de Flick
Para Raphinha, la presencia de Rashford no ha supuesto una amenaza, sino un alivio. El brasileño sabe que tendrá un socio de garantías con quien repartirse minutos y responsabilidades en la banda izquierda. De esta forma, puede afrontar la temporada con mayor frescura y sin la presión de cargar con todo el peso ofensivo en esa zona.
En los partidos de pretemporada, Flick ya ha mostrado sus cartas. Rashford ha actuado tanto en el costado izquierdo como en posiciones más centradas, mientras que Raphinha ha mantenido un papel sólido y constante. Esta convivencia ha permitido que el cuerpo técnico reorganice la ofensiva con mayor flexibilidad, apostando por una dupla complementaria más que por una rivalidad directa.