El Manchester City ha iniciado la Premier League con más dudas de las esperadas para un campeón de Europa. En la segunda jornada, los de Pep Guardiola sufrieron una derrota por 0-2 contra el Tottenham, su bestia negra en la competición doméstica. El resultado encendió alarmas en Manchester, donde el análisis posterior dejó un claro señalado.
La derrota no solo dejó en evidencia fallos colectivos, sino también un error individual que resultó decisivo. El segundo gol del conjunto londinense llegó tras una pérdida grave en la salida de balón desde la portería. Ese detalle ha puesto en jaque la confianza en una de las posiciones más sensibles del equipo.
Guardiola, siempre atento a los pequeños matices que definen partidos, no tardó en mandar un mensaje claro. En rueda de prensa defendió el rendimiento general, pero admitió que hay aspectos que deben mejorarse urgentemente. Entre las áreas señaladas está la portería, donde la fiabilidad parece haber quedado comprometida.
El dilema de la portería del City
El conjunto inglés se encuentra en pleno cambio generacional en varias líneas de su plantilla. James Trafford, joven guardameta fichado este verano por 30 millones, ha asumido el reto de ser titular. Sin embargo, sus primeras actuaciones han generado dudas tanto en el cuerpo técnico como en el vestuario.
Ederson, hasta ahora titular indiscutible, está cerca de poner rumbo a Turquía para unirse al Galatasaray. La operación dejaría al City con un solo portero de garantías, una situación que Guardiola no está dispuesto a aceptar. Por eso, en las oficinas del Etihad ya se exploran alternativas inmediatas.
Entre los nombres filtrados apareció Gianluigi Donnarumma, que no entra en los planes de Luis Enrique en el PSG. El italiano, sin embargo, es una operación compleja por el alto coste y las negociaciones con el club francés. Eso ha obligado al City a mirar hacia otros escenarios más factibles.
Un viejo conocido en la lista de Guardiola
El entrenador catalán no ha dudado en poner sobre la mesa una propuesta inesperada para sus directivos. Conoce perfectamente a un portero que reúne experiencia, liderazgo y calidad contrastada en competiciones de máximo nivel. Además, se trata de alguien acostumbrado a jugar bajo presión constante, algo imprescindible para el estilo del City.
El movimiento ha sorprendido porque el objetivo no se encuentra en Francia, sino en Barcelona. Guardiola sigue de cerca la evolución de varios futbolistas culés y ha decidido dar un paso adelante. Según fuentes próximas al entorno inglés, ya se han producido contactos para tantear una operación de urgencia.
El Barça, mientras tanto, vive una situación delicada en cuanto a planificación de plantilla y masa salarial. La necesidad de equilibrar cuentas abre puertas que en otras circunstancias permanecerían completamente cerradas. Y aunque el discurso oficial es de tranquilidad, en los despachos nadie descarta movimientos inesperados.
Raphinha, uno de los más afectados
Dentro del vestuario azulgrana, la posibilidad de esta salida ha caído como un jarro de agua fría. Raphinha, que mantiene una amistad muy cercana con el jugador en cuestión, se ha mostrado especialmente afectado. La relación entre ambos ha sido clave en el día a día del grupo durante los últimos años.
Fuentes internas señalan que el brasileño ya ha comentado a su entorno su tristeza ante esta posibilidad. La confianza, las charlas y la complicidad entre ambos eran habituales en los entrenamientos y viajes. Perder a un apoyo tan cercano sería un golpe emocional difícil de digerir para el extremo.
El propio Flick es consciente del impacto que tendría este traspaso en la cohesión del vestuario. El técnico alemán confía en mantener la competitividad, pero también sabe que la armonía es un valor esencial. En ese sentido, perder a una figura tan influyente puede generar consecuencias inesperadas en el grupo.
Ter Stegen en un partido con el Barça | @FCBarcelona_es
El desenlace parece encaminarse hacia una propuesta formal en los próximos días. El Manchester City está dispuesto a poner sobre la mesa una cifra cercana a los 10 millones. Guardiola considera que es la mejor opción para reforzar la portería de forma inmediata y con garantías absolutas.
El Barça, sin embargo, todavía no ha tomado una decisión definitiva, por un lado, existe la necesidad de ingresar dinero para inscripciones. Por otro, la pérdida de un jugador tan determinante sería un paso muy doloroso. La directiva sopesa cada detalle antes de dar una respuesta final.
Finalmente, se ha confirmado que el objetivo del City no es otro que Marc-André ter Stegen. El portero alemán, tras más de una década en el Barça, es la obsesión de Guardiola. Y aunque de momento el club insiste en que no está en venta, la presión desde Inglaterra va en aumento.