El Barça cayó por primera vez esta temporada y lo hizo de la manera más cruel. Eric Garcia fue expulsado en el minuto 10 de la primera mitad y el Barça tuvo que arreglárselas durante el resto del partido con uno menos sobre el terreno de juego.
En consecuencia, el equipo de Hansi Flick no pudo sumar los tres puntos en la nueva fase de clasificación de la Champions. Una derrota que esconde más problemas de los que en realidad se vieron sobre el campo, y es que el Barça tiene una plantilla demasiado corta para competir.
Ferran, Ansu, Pablo Torre, Pau Víctor, Héctor Fort, Gerard Martín, Sergi Domínguez, Andrés Cuenca, Guille y Toni. Este era el banquillo en Mónaco. Lo cual deja dudas sobre la planificación llevada a cabo en verano y sobre las posibilidades que tendrá Flick de rotar a lo largo de la vigente temporada.
Con Dani Olmo y Fermín lesionados, Hansi Flick está en cuadro
Es especialmente palpable la situación de la sala de máquinas. Con Bernal lesionado de larga duración, y con Olmo y Fermín con sendas lesiones musculares, el entrenador alemán apenas tiene efectivos en esta demarcación tan importante para el juego del equipo.
De hecho, del primer equipo, solo Pedri, Marc Casadó y Pablo Torre están ahora disponibles para Hansi. Además, hay que tener en cuenta que los dos últimos acaban de ascender a la primera plantilla, con lo cual, no tienen la experiencia requerida para jugar todos los partidos.
Por eso, una vez más, el técnico teutón tendrá que mirar a La Masia para encontrar jugadores que puedan rendir mientras se recuperan los lesionados. De hecho, hay dos futbolistas que ya se sentaron en el banquillo ante el Mónaco.
Llegó la hora de los primos Fernández
La Masia no cesa en su tarea de hacer crecer futbolistas de talla mundial. En las últimas temporadas, el trabajo de los formadores que trabajan allí, es el verdadero patrimonio del Barça del futuro. Sin ellos, y sin los futbolistas que salen en consecuencia, el club estaría teniendo muchos problemas para competir.
Los últimos en hacer su aparición parece que serán Guille y Toni Fernández. Ambos con 16 años, representan la próxima hornada de futbolistas ilusionantes de la cantera. El primero, mediocampista llegador, con fuerza y buen toque de balón, representa un perfil diferente y moderno de interior.
Por su parte, Toni es todo talento innato. Zurdo clásico con un golpeo espectacular, puede actuar tanto de interior, como de mediapunta y falso extremo derecho. Dos perlas que ya están entrenando con Hansi Flick y que deberían ser los verdaderos fichajes para las próximas semanas.