Barça y PSG se enfrentan este miércoles a las 21h en el Parque de los Principes. El encuentro, perteneciente a los cuartos de final de la Champions,enfrenta al equipo de Luis Enrique y Mbappé ante el combinado de Xavi.
A pesar del buen rendimiento del Barça des del duelo ante el Nápoles, el equipo parisino parte como gran favorito en la eliminatoria. De hecho, en España se tiende a menospreciar a los del técnico asturiano por contar con menos estrellas en la plantilla, pero nada más lejos de la realidad.
Realmente, el equipo que ha formado Luis Enrique es uno de los más competitivos que se ha visto en París en los últimos años. Es un conjunto bien armado, que defiende y presiona fantásticamente bien y que es capaz al mismo tiempo de combinar una salida de balón aseada con un contragolpe letal y vertiginoso.
La temporada del PSG con Luis Enrique
El técnico asturiano aterrizó en París el pasado verano tras sufrir las marchas de Leo Messi y Neymar Júnior. Y en vez de lamentarse, ha hecho de la mala noticia una oportunidad. Una oportunidad para formar un equipo mucho más coral con grandes jugadores y coronados con la grandeza de Mbappé.
El francés es, claramente, la punta de lanza de los parisinos, pero el nivel del equipo va mucho más allá. La salida de balón tiene el claro sello de Luis Enrique. De hecho, con ella y a través de las transiciones, fueron capaces de doblegar a la Real Sociedad con facilidad en octavos.
Además, el equipo francés es líder sobradamente en la Ligue 1 y tiene la final de Copa por disputar. Así, aún habiendo sufrido en la fase de grupos de la Champions acabando segundos, la temporada de los parisinos es más que consagratoria.
LAS AMENAZAS del PSG
A nadie se le escapa que por buenos jugadores que tenga el PSG, el principal peligro es Kylian Mbappé. El puntal francés es ahora mismo el futbolista más decisivo del mundo y está preparado para romper cualquier entramado defensivo.
De hecho, sus números asustan. En total son 39 los goles que ha anotado esta temporada en 40 partidos entre todas las competiciones. Unas cifras que esta temporada, solo son capaces de seguirlas Harry Kane, con el Bayern.
Pero, el PSG no es solo Mbappé. El conjunto de París maneja tanto el juego en transición como en parado y Ousmane Dembele será un dolor de cabeza para Cancelo o para los centrales dependiendo de dónde juegue. Además, el Barça tendrá que competir por conseguir la posesión con una sala de máquinas muy creativa como es la formada por Vitinha, Fabián Ruíz y Warren Zaïre-Emery.
LA CLAVE DEL PARTIDO: el factor ambiental y el control de la presión alta
Teniendo en cuenta todas las fortalezas del PSG, el Barça tendrá que escoger muy bien por dónde meterle mano a los parisinos. En primer lugar, el equipo de Xavi tiene que entender que es una eliminatoria a 180 minutos y que no puede desplomarse fuera de casa.
El Barça, siendo inferior al PSG, tendrá mucho ganado si consigue llevar la eliminatoria viva al Lluís Companys. Por lo tanto, la plantilla debe dejar atrás fantasmas de varapalos pasados y ser fuertes mentalmente ante un ambiente hostil como el francés.
Y en cuanto al juego, el Barça debe tener muy claro cómo y hasta dónde quiere presionar. El PSG es un avión en transición y el Barça si quiere presionar, tendrá que hacerlo muy decidido. Porque si se queda a medio camino, Mbappé y Dembélé se encargaran de finiquitar la eliminatoria en París.