La competencia en la portería del FC Barcelona se ha intensificado durante este arranque de temporada. Con la lesión de Ter Stegen y las incorporaciones en el arco, Hansi Flick le ha dejado claro a Joan García y Szczesny que no hay margen para el error. En este contexto, Iñaki Peña ha visto cómo ha quedado relegado a un segundo plano en el club catalán, al igual que sus oportunidades se han reducido de manera drástica.
El guardameta alicantino, que llegó a tener protagonismo por la lesión del alemán, supo aprovechar aquella oportunidad para demostrar seguridad y madurez. Sus actuaciones frente a rivales de peso, incluido el Real Madrid, le permitieron ganarse el respeto del vestuario y de la afición. Sin embargo, esa etapa quedó atrás, y su situación actual dista mucho de la que vivió entonces.
Relación deteriorada en el club
El origen de esta pérdida de protagonismo se encuentra en la relación entre Iñaki Peña y Flick. El técnico alemán no quedó satisfecho con ciertos comportamientos del portero, como algunos retrasos, lo que derivó en un castigo deportivo evidente. Desde entonces, el alicantino ha quedado relegado al último lugar en la rotación de guardametas, incluso después de haber demostrado un rendimiento aceptable sobre el terreno de juego.
La llegada de Joan García y la renovación de Wojciech Szczesny terminaron por cerrar cualquier puerta. Flick fue claro con Peña durante la pretemporada: no contaba con él a medio ni a largo plazo. Desde ese momento, Joan Laporta y Deco comenzaron a trabajar en una salida, aunque durante semanas no llegaron propuestas firmes.
La incertidumbre se prolongó, generando dudas sobre cuál sería finalmente su destino.
El Elche apostó por él
Esa incógnita se resolvió en los últimos días: el Elche CF alcanzó un acuerdo con el Barça para incorporar al guardameta alicantino. La operación se cerró en calidad de cesión con opción de compra, fórmula que satisface a todas las partes. Así, el Elche refuerza su portería, mientras que Peña tendrá la posibilidad de volver a sentirse protagonista en otro entorno.
Antes de oficializar el traspaso temporal, Peña amplió su contrato por una temporada más con el Barça. Su vínculo actual finalizaba en 2026, y la directiva no quería arriesgarse a perderlo en caso de que no se active la opción de compra. De esta manera, el club se asegura un posible retorno o un beneficio económico futuro, mientras el portero busca consolidarse en un nuevo desafío.