En los despachos del Barça hay consenso en que el futuro del mediocampo pasa por Marc Bernal. Con 18 años, este pivote se ha convertido en una de las grandes promesas de La Masia y en el elegido para heredar el rol que durante tantos años desempeñó Busquets. Su manera de leer el juego, su posicionamiento y su calma con el balón recuerdan inevitablemente al capitán histórico del Barça.
A pesar de su juventud, ha demostrado madurez en el campo y una capacidad sorprendente para asumir responsabilidades. Desde las categorías inferiores ha destacado por su liderazgo silencioso y su precisión quirúrgica en la salida de balón, dos cualidades esenciales para triunfar.
Una lesión inoportuna y un regreso prometedor
Su ascenso parecía imparable el año pasado cuando Flick, recién llegado al banquillo, le dio la titularidad en varios partidos. El técnico alemán quedó impresionado por su rendimiento, y todo apuntaba a que Bernal se consolidaría rápidamente en el primer equipo. Sin embargo, una lesión a principios de la temporada truncó esa proyección y lo mantuvo alejado de los terrenos de juego.
Pero si algo ha demostrado Bernal es resiliencia. Este verano ha vuelto con más fuerza que nunca y ha sido uno de los jugadores más destacados en la pretemporada. Su nivel físico es óptimo, y su rendimiento ha convencido nuevamente a Flick, quien lo ve como una opción real.
Marc Casado, víctima del exceso de talento en el mediocampo
El problema, como tantas veces en Can Barça, es el exceso de talento. Actualmente, el equipo cuenta con siete jugadores para cubrir tres puestos en el centro del campo. De Jong, Pedri, Gavi, Fermín, Olmo, Bernal y Marc Casado.
Ante esta saturación, el club empieza a contemplar salidas, y uno de los nombres que ha ganado protagonismo en este sentido es el de Casado. La dirección deportiva cree que Bernal tiene un techo más alto y un encaje más natural como mediocentro puro. Por eso, si hay que hacer espacio, Casado aparece como la pieza más transferible, especialmente ahora que el Atlético de Madrid parece interesado.
Una salida estratégica, pero no prioritaria
Eso sí, el Barça no tiene intención de regalar a Marc Casado. No se plantea su venta como una necesidad inmediata, pero sí como una opción realista si llega una oferta. En un mercado donde cada decisión cuenta, el club busca equilibrar la plantilla sin debilitar el proyecto.

Lo que sí es evidente es que, si hay que elegir, Casado está por detrás de Bernal o de Gavi en la lista de prioridades. La jerarquía interna es clara: el Barça ve en Bernal a su próximo Busquets y no quiere frenar su progresión. Por eso, en un verano donde habrá decisiones complicadas, el futuro del mediocampo empieza a tomar forma con nombres y salidas que reflejan la apuesta por el talento joven y diferencial.