El Barça conquistó el Bernabéu a su manera, con ese estilo tan vistoso y peligroso, pero muy efectivo. Has superado con creces una semana que se antojaba complicada, ha ganado y destrozado a sus rivales. Flick intervino y cambio el partido por completo, en cambio, Ancelotti tardó en reaccionar y su equipo lo pagó caro.
La trampa volvió a funcionar
El conjunto madridista salió a competir como pocas veces lo ha hecho este año, sobre todo en actitud y predisposición. Al Barça le costaba mucho salir con el balón jugado, no conseguía conectar ni con el medio ni con la zona más ofensiva. Eso sí, Mbappe y compañía caían en fuera de juego una y otra vez, de hecho el francés marcó, pero estaba en posición ilegal.
Vinicius tuvo el primero en sus botas, pero la mando fuera tras recortar a Pau Cubarsí en la mejor jugada del brasileño. Durante estos 45 minutos el mejor del Barcelona fue Iñaki Peña, salvando un mano a mano y un balón sobre la línea. Así acabaría la primera parte, un Madrid que fue mejor y un Barça que, aunque en ataque no produjo casi nada, estuvo perfecto atrás.
La intervención de Flick
Al descanso, el entrenador alemán introdujo un cambio, dio entrada a Frenkie de Jong por Fermín y así adelantar a Pedri. Este movimiento hizo que el Barça tomara el control del balón y no tardó en castigar a su rival. Casadó filtra un balón para Lewandowski, se planta delante de Lunin y desde fuera anota el primer tanto del partido.
A los pocos minutos, Balde superaba a Bellingham por velocidad y ponía un centro fabuloso que Lewan mandaba al fondo de la red. Pero esto no iba a terminar así, ya que Lamine iba a anotar el tercero con un golazo tras una buena contra llevada por Raphinha. Y como no, el brasileño iba a cerrar la goleada con una vaselina perfecta que redondeaba una segunda parte magnífica.
Este equipo está muy unido
Tras estos dos partidos queda claro que, los de Flick creen en la idea de juego y van hasta el final con ella. También se ha podido ver en la forma de celebrar ambas victorias que están muy unidos y que tienen un hambre voraz. Y si había alguna duda con Iñaki, hoy ha demostrado que puede ser el portero de todo un Barça.
Con esta victoria se alejan a seis puntos del Madrid, además de cortarles la racha de imbatibilidad que llevaban (42 partidos seguidos sin perder)