El FC Barcelona dio comienzo a la gira norteamericana la pasada madrugada enfrentándose al Manchester City de Guardiola. El cuadro azulgrana se impuso a los ingleses en los penaltis, tras empatar 2-2. Pau Víctor y Pablo Torre marcaron los goles, siendo de los más destacados.
El partido estuvo marcado por la gran actuación de los jóvenes de la Masia. La tormenta eléctrica que aplazó el inicio del encuentro no frenó al ‘Baby Barça’, que le plantó cara al equipo de Pep.
El trabajo de Flick empieza a notarse. El potencial físico de los futbolistas y su perfecta ocupación de espacios en el terreno de juego, lo más llamativo.
Una primera parte ilusionante
El Barça salió con un once repleto de canteranos. Ante ellos, un City con superestrellas como Haaland, Grealish o Kovačić se vio superado por momentos por la velocidad y dinamismo de los ‘niños’ de la Masia.
En el primer cuarto de hora los ‘citizen’ generaron dudas en la zaga blaugrana. Hasta que el Barça consiguió soltarse gracias a sus centrocampistas. La dupla formada por Bernal y Casadó hizo olvidar la necesidad del club por fichar un pivote.
En ataque, un nombre propio: Pau Víctor. Nombrado MVP del partido, demostró seguir con la chispa con la que acabó la temporada en el filial.
Partió de ‘9’ e hizo todo lo que a un delantero se le pide. Jugó de espaldas, se combinó a la perfección con la segunda línea, desahogó al equipo en la recuperación… Y lo más importante, marcó y ‘asistió’.
Lo mejor de los pupilos de Flick fue su posicionamiento y verticalidad, alabado incluso por Pep.
Prueba de ello fueron los goles. En el primero, Sergi Domínguez filtró para Casadó que, con un toque exquisito con el exterior del pie, dejó solo a Pau Víctor que no perdonó ante Ederson. Una jugada de tres toques desde la defensa hasta el delantero que seguro veremos mucho este año.
El segundo fue una muestra del extraordinario juego posicional del equipo, y de nuevo con tan solo tres pases. Lenglet encontró en banda a Gerard Martín, que puso un balón en la frontal para que los de arriba hicieran magia. Pau Víctor la dejó pasar, asistiendo con la mirada a un Pablo Torre que recortó hacia fuera y chutó cruzado al fondo de la red.
Así acabaron los primeros minutos, con muy buenas sensaciones y el resultado a favor (2-1).
Empate y a los penaltis
La segunda parte, marcada por el carrusel de cambios, bajó en intensidad y juego. Flick dio entrada a más juveniles, a los que acompañaron algunos pesos pesados.
Lewandowski, Balde, Íñigo o Romeu disputaron un cuarto de hora para ir cogiendo rodaje. El polaco tuvo las más claras, pero no estuvo fino a la hora de definir.
El Manchester, ya sin Haaland en el campo, fue comandado por Grealish. El extremo inglés anotó el empate tras la única contra que el Barça no pudo frenar.
Con el 2-2 llegaron los penaltis donde Astralaga iba a tener su momento de protagonismo. El de Berango celebró su renovación erigiéndose como el héroe desde los 11 metros, deteniendo dos de los tres que le lanzaron. Lewandowski, Balde, Darvich y Toni convirtieron sus lanzamientos consiguiendo la primera victoria en tierras americanas.
Más notas positivas
En portería, Peña sostuvo al equipo con grandes paradas, llegando a desquiciar al gigante noruego. Y en cuanto a su relevo, Astralaga fue el protagonista inesperado en los penaltis.
Atrás, Lenglet ejerció de líder y capitán, intentando convencer a Flick. Le acompañó Sergi Domínguez, muy fiable en defensa y con una gran salida de pelota.
Gerard Martín y Álex Valle fueron conscientes de la oportunidad que tienen este año para ser el recambio de Balde. El primero, con su característica solidez defensiva. Y Álex, que jugó a pie cambiado, con mucha confianza para salir desde atrás y pisar zona de ataque.
También hay que mencionar a los más pequeños de la plantilla. Uno por edad y otro por estatura.
Toni Fernández, con 16 años recién cumplidos, dio suficientes argumentos para haber sido elogiado por Flick. Lo más sorprendente, su descaro, reflejado en el penalti final que lanzó sin quitar la mirada del portero.
Quim Junyent dejó detalles de su calidad y demostró que los ‘bajitos’ también pueden competir al máximo nivel. Su 1,71 de estatura no fue problema para luchar contra sus rivales y pelear como el que más.