El FC Barcelona cayó derrotado en San Mamés en la prórroga después de un encuentro trepidante. A pesar de la remontada culé al gol inicial de Guruzeta, el conjunto de Xavi no pudo aguantar ante las constantes embestidas de los 'leones'.
De esta manera, el Barça queda eliminado de la Copa del Rey en un mes de enero con sabor amargo. Al doloroso varapalo de la Supercopa ante el Madrid se le sumó la eliminación de la competición que se veía más cerca.
Xavi deberá recomponer los ánimos en tiempo récord si no quiere descolgarse también de la Liga, de la que tiene partido ya este mismo sábado. Ante el Villarreal se jugará seguir con vida en la competición doméstica a la espera de que lleguen las eliminatorias de la Champions.
La Masia, razón para el orgullo y la ilusión
A pesar de la derrota, no todo son malas noticias. La Masia volvió a demostrar que está más viva que nunca. Es una mina de oro, una fuente inagotable de recursos que llevan al orgullo a todos los aficionados del Barça.
Anoche, los jovencísimos futbolistas salidos de la cantera volvieron a ser motivo de sonrisa. En el once titular volvió a figurar Lamine Yamal, después de su gran partido ante el Betis y durante el partido comparecieron Héctor Fort, Cubarsí y Marc Guiu.
Los cuatro fueron de lo poco rescatable junto a Araujo y Pedri en la primera mitad. Compitieron de manera inusual para jugadores de su corta edad y demostraron una vez más la implacable calidad que atesoran en sus botas.
El partido de Héctor Fort
Si bien todos hicieron un gran encuentro en el plano individual, hay que centrarse especialmente en Héctor Fort. El catalán de 17 años tuvo que salir al terreno de juego en el minuto 23 por la lesión muscular de Balde.
Tuvo que volver a jugar en el lateral izquierdo, que no es su posición, y aun así realizó un partido formidable. Fuerte en los duelos, tanto con Iñaki como con Nico Williams y con una personalidad arrolladora, fue un auténtico muro.
Lamine Yamal frotó la lámpara
El jovencísimo extremo español empezó de la partida de nuevo y volvió a confirmar las sensaciones que dejó en el Villamarín. Se trata de un futbolista de otro nivel, de técnica 'depuradísima' y llamado a hacer algo grande en el club.
Además, se ocupó de darse a conocer en toda una catedral del futbol como San Mamés con un golazo antológico que recordó a otro canterano argentino al que todos conocemos.
El Barça se tiene que agarrar a todos ellos, porque son luz en tiempos de oscuridad. Están demostrando aportar mucho más que muchos de los titulares y son motivo de sonrisa para una afición necesitada como la azulgrana.