Mientras Hansi Flick y su plantilla se concentran en asegurar un cierre de temporada exitoso, la dirección deportiva del Barça ya planifica los ajustes para el próximo curso. En medio de esa planificación, la portería se ha convertido en una zona sensible para el cuadro catalán. No es para menos: aunque Marc-André ter Stegen sigue siendo el titular indiscutible, su historial reciente de lesiones ha encendido ciertas alarmas en el club.
El guardameta alemán ha sido un pilar del equipo durante años, pero su ausencia por problemas físicos esta temporada obligó al FC Barcelona a reaccionar con soluciones inmediatas. La llegada de Szczesny aportó experiencia y cumplió con solvencia. No obstante, desde los despachos del club buscan un portero que no solo pueda competir desde ya, sino también proyectarse a futuro como posible heredero de Ter Stegen.
Objetivo claro del Barça
En ese contexto, el nombre que más gusta en la dirección deportiva del Barça es el de Álex Remiro. El guardameta de la Real Sociedad ha sido una de las figuras más destacada en el buen rendimiento del conjunto español, con 15 porterías a cero en 45 partidos oficiales. Además, su conocimiento del campeonato doméstico lo colocan como una opción ideal para el Barça, que valora tanto su rendimiento inmediato como su posible evolución.
Además, Remiro tiene una cláusula de rescisión asequible: 25 millones de euros, cifra que Joan Laporta ve como una oportunidad para cerrar la operación sin necesidad de negociaciones. En la Real Sociedad, sin embargo, el interés culé no ha caído bien. El club vasco no tiene intención de desprenderse de uno de sus pilares y podría tensar la situación si el Barça decide ir por él.
Dudas por resolver
Desde la dirección deportiva liderada por Deco, consideran que ahora es el momento adecuado para reforzar una posición que, aunque no es urgente, sí podría ser crítica a medio plazo. Contar con Remiro permitiría al Barça tener una transición ordenada si en algún momento Ter Stegen decide marcharse o sufre nuevas lesiones, además de elevar la competencia interna. No obstante, el fichaje aún está lejos de cerrarse: el entorno del jugador se muestra receptivo al interés azulgrana, pero también cauteloso.
Remiro sabe que fichar por el Barça supondría un salto enorme en su carrera, aunque también conllevaría aceptar un rol secundario mientras Ter Stegen esté en plenas condiciones. Y esa es la gran duda que podría frenar la operación. Por ahora, el portero no ha tomado una decisión definitiva: está centrado en terminar bien la temporada con la Real y evaluar todas las variables al final de las competiciones.