La historia de Ansu Fati en el FC Barcelona ha llegado a un punto sin retorno. Lo que comenzó como un cuento de hadas, con el heredero de Messi ilusionando al mundo, se ha ido apagando lentamente. El club ha decidido cerrar esta etapa, y el propio jugador ya prepara las maletas.
En los últimos días, se han acelerado los contactos para definir su salida. El cuerpo técnico, liderado por Hansi Flick, no cuenta con él de cara a la próxima temporada. Pero no es solo una decisión técnica.

El factor que ha marcado el punto final
Según fuentes internas, la presión definitiva no ha llegado desde el banquillo. Ha sido el entorno comercial del club el que ha marcado los tiempos. En concreto, uno de los socios más influyentes: Nike.
La multinacional norteamericana ha trasladado al Barça un mensaje claro. Consideran que el dorsal 10 está infrautilizado y debe volver a ser un icono global. Para eso, necesitan que lo lleve una figura presente, no una promesa estancada.

Desde el punto de vista del club, la decisión no ha sido fácil. Joan Laporta mantiene un cariño especial por Ansu Fati. Lo ha defendido públicamente en varias ocasiones, incluso cuando no rendía.
Sin embargo, el fútbol profesional no espera. Las lesiones han lastrado su rendimiento. Y mientras otros jóvenes explotan su talento, Ansu sigue buscando regularidad.

Sin minutos ni dorsal: el escenario era insostenible
Esta temporada, su protagonismo ha sido casi nulo. Su cesión en Inglaterra no ha ofrecido el rendimiento esperado. Y su vuelta al Barça ha generado más dudas que soluciones.
Con Flick apostando por otros perfiles, su encaje se ha vuelto imposible. Y en paralelo, desde la dirección deportiva se busca liberar masa salarial. Todo apunta en la misma dirección: su salida definitiva.

Aunque aún no es oficial, internamente ya se ha cerrado el capítulo. Ansu no continuará en la plantilla 2025-26. El club trabaja en su traspaso y ha recibido varias propuestas.
La prioridad es llegar a un acuerdo amistoso. Pero si no se encuentra una venta viable, el Barça tomará medidas unilaterales. Entre ellas, la retirada de su dorsal.
El número 10 cambia de dueño
Ese número es, probablemente, el más simbólico del fútbol azulgrana. Lo llevaron Messi, Ronaldinho, Rivaldo. Y durante los últimos años, ha estado en manos de Ansu.
Ahora, el club quiere que ese dorsal vuelva a representar liderazgo y ambición. Por eso, ya tiene decidido quién será su nuevo portador. Y no es otro que la gran joya de la cantera.

La directiva ha elegido a Lamine Yamal como el próximo ‘10’ del Barça. Su impacto en el primer equipo ha sido fulminante. Su talento, descaro y compromiso lo convierten en el candidato ideal.
Además, desde el punto de vista de imagen y marketing, encaja con todos los requisitos. Nike lo quiere como su nueva cara visible. Y el club ve en él la oportunidad de iniciar una nueva etapa con fuerza.
El nuevo destino de Ansu Fati
Mientras tanto, Ansu ya ha dado el visto bueno a su salida. El club con el que ha alcanzado un acuerdo es uno de los grandes rivales del Barça. Una operación que puede doler a nivel emocional, pero que resulta inevitable en lo deportivo.
El Sevilla será su próximo equipo. Allí buscará reencontrarse con su mejor versión. El Barça, mientras tanto, cierra una etapa y abre otra con el 10 en la espalda de su nueva estrella.