Lamine Yamal aún no ha cumplido los 18 años. Sin embargo, ha tomado una decisión que define su carácter. En medio de una temporada clave, el joven del Barça ha elegido el camino menos fácil.
Su rendimiento sigue creciendo cada semana. Es titular habitual con Hansi Flick y una de las grandes atracciones del fútbol europeo. Pero lo que ha hecho recientemente no tiene que ver con el balón.

El Barça lo tiene claro: el futuro es suyo
Joan Laporta y Deco quieren que el proyecto se construya a su alrededor. El Barça trabaja ya en una renovación adaptada a su edad. Será una oferta estratégica, a largo plazo, cuando alcance la mayoría de edad.
Hansi Flick también lo considera intransferible. En los entrenamientos y partidos, Lamine demuestra que entiende su papel. El club cree en él como pilar de una nueva era.

Su nombre está en todas las agendas. Clubes de Inglaterra, Francia y Alemania siguen su progresión de cerca. Algunos ya han preguntado por su situación contractual.
Pero la propuesta más seria no llegó de Europa. Un club extranjero contactó con su entorno de forma directa. Lo hicieron con discreción, sin intermediarios ni prensa.

La respuesta fue clara: quiere seguir en el Barça
Lamine Yamal no dudó. Su decisión fue inmediata y tajante. Desea quedarse y crecer en el Camp Nou.
Así lo ha comunicado su entorno a la directiva. Su compromiso coincide con lo que muestra cada jornada. No quiere cambiar de equipo, ni ahora ni a corto plazo.

Su decisión ha sido celebrada dentro del club. Pedri, Gavi o Cubarsí lo consideran clave para el futuro. El técnico, además, ya ha diseñado un plan especial para su evolución.
La apuesta es firme. Y ahora tiene el respaldo de un gesto que vale más que cualquier cifra. El Barça tiene a su nueva bandera.
¿Qué rechazó exactamente Lamine Yamal?
Solo ahora se han conocido los detalles de aquella oferta. Procedía del Al Hilal, de Arabia Saudí. Era una propuesta sin precedentes.
El club árabe estaba dispuesto a pagar más de 300 millones de euros al Barça. Además, le ofrecían al jugador un contrato que superaba los 1.000 millones a largo plazo. Lamine dijo no.

Lamine ha elegido seguir creciendo con calma. Quiere ganar títulos en su casa, delante de su gente. Su sueño es triunfar de azulgrana, no solo hacerse rico.
En tiempos donde el dinero lo mueve casi todo, su gesto marca la diferencia. El Barça tiene una estrella. Pero, sobre todo, tiene un líder.