Barça e Inter completaron un partido de memorable, idas y venidas en el marcador, con una intensidad propia de esta fase de la competición. Los italianos se pusieron por delante cuando siquiera se había cumplido el primer minuto, incluso hizo el segundo en un córner. Pero, este equipo tiene ese espíritu ganador propio de campeones y un jugador que está a la altura de los mejores del mundo para conseguir igualar la contienda.
Lamine es un elegido
El equipo de Inzaghi no pudo empezar mejor, en la primera jugada de partido, Thuram se inventaba un taconazo impecable para 'abrir la lata' y poner el 0-1. Los de Flick intentaban imponerse su juego, pero en un córner, Acerbi se impone y Dumfries de chilena silencia a todo el estadio. En este punto del encuentro, el Barça veía como la final de Múnich se escapaba y ahí apareció su estrella.

Lamine Yamal, referencia absoluta del ataque culé, emergió y con un disparo certero recortaba distancias. Yan Sommer y el palo evitaron el segundo del español, después de que este volviese a levantar a la gente de sus asientos. No obstante, un centro al segundo palo para Raphinha, este se la cedía de cabeza a Ferran que solo tenía que empujarla.
Así iba a terminar el primer tiempo, en el que el Barça arrinconó a los italianos, que no podían salir ni combinar con facilidad. Lo peor de esta parte fueron las lesiones que sufrieron Lautaro y Kounde, ambas de carácter muscular, por lo que será difícil que jueguen la vuelta.
Otro mal inicio
Si en la primera parte no salieron bien, en esta segunda no fue diferente, pues a los pocos minutos los visitantes volvían a marcar. Otro saque de esquina, en el que falla Szczęsny y de nuevo Dumfries mandaba el balón al fondo de las redes. La respuesta local fue inmediata, una jugada ensayada acababa en un disparo de Raphinha y gracias al rebote en Sommer, volvía la igualdad en el marcador.
Lo cierto, es que esta segunda mitad fue diferente a la primera, pues el Inter creció con balón y generó ocasiones para ponerse por delante. De hecho, en una de ellas marcó, pero un fuera de juego milimétrico evito el cuarto 'neoazurri'. Con el paso de los minutos, el Barça fue embotellando a su rival, buscando ese tanto que le permitiese ponerse por delante por primera vez en el encuentro.

Ese gol no llegaría, pero al menos evitaron un resultado negativo para la vuelta, que será el próximo martes en San Siro. La eliminatoria queda totalmente abierta, con ambos equipos sufriendo bajas importantes que veremos si llegarán o si recuperan a algún jugador. El siguiente partido del Barça será este sábado ante el Valladolid, mientras que el Inter se verá las caras frente al Hellas Verona.
