El Barça de Xavi sigue puliendo a su diamante en bruto, Lamine Yamal. Tras la lesión de Raphinha, el joven extremo tuvo que saltar al campo en el minuto 42 de la semifinal de Supercopa frente a Osasuna.
Y resolvió la papeleta a la perfección. Generó desequilibrios, jugó con descaro y finiquitó la eliminatoria con un gol en el añadido.
Llegó tras una grandísima jugada de João Félix, que salió desde el banquillo para bombardear la defensa 'rojilla'. Tras el pase del portugués, Lamine presentó el interior del pie izquierdo e hizo inútil la estirada de Sergio Herrera.
Este gol, además, le sirvió a Yamal para convertirse en el jugador más joven de la historia en marcar en Supercopa de España. En concreto, lo hizo con 16 años y 182 días.
Más récords para Lamine Yamal
La eclosión del de Rocafonda en el Barça esta temporada es una realidad. Aunque todavía tiene mucho camino por recorrer, ya ha dejado su impronta en Liga y con la Selección Española.
El primero lo logró en el Nuevo Los Cármenes. En un partido que se puso muy cuesta arriba para los blaugranas, Lamine abrió el camino para que el Barça terminase empatando (2-2).
También fue histórico su debut con la selección española. En el choque ante Georgia, no le bastó con convertirse en el futbolista más joven de la historia en debutar (16 años y 57 días): a eso le añadió un gol.
Oportunidad para brillar
El Barça se verá las caras en la final con el Real Madrid, que superó en su eliminatoria al Atlético (5-3). La lesión de Raphinha, que le deja ‘KO’ al menos unos días, abre una ventana de oportunidad para Yamal.
Tras un inicio fulgurante en el que dejó a todo el mundo boquiabierto, Lamine había estado menos activo. Saliendo desde el banquillo le estaba costando más entrar en juego, pero su calidad siempre es un activo muy a tener en cuenta.
También fue importante en Las Palmas. El partido, que resolvió Gündogan desde los 11 metros (1-2), parecía encaminado al empate.
Lamine Yamal fue el encargado de filtrar un caramelo para Félix, cuyo chut despejó el meta local. Gündogan iba a alcanzar el remate, pero Sinkgraven le desequilibró e hizo penalti.