Con apenas 18 años, Lamine Yamal se ha consolidado como uno de los jugadores más determinantes del FC Barcelona. Desde su irrupción en el primer equipo, su capacidad para desequilibrar, crear ocasiones y marcar diferencias ha llamado la atención de la élite. Lo que comenzó como una aparición prometedora se ha transformado en una presencia constante en el once, hasta convertirse en un jugador esencial.
La directiva, encabezada por Joan Laporta y Deco, ve en él un proyecto de leyenda. Tanto es así que esta temporada le entregaron el dorsal ‘10’ como un gesto que refleja la confianza depositada en su figura. Además, tras un gran rendimiento en el curso pasado y actuaciones destacadas en los amistosos de pretemporada, se le considera preparado para asumir un papel mucho más protagonista.
Flick interviene directamente
El técnico alemán ha seguido muy de cerca la evolución de Lamine desde que asumió el banquillo culé. Fue uno de sus grandes defensores desde el inicio y, consciente de su potencial, le ha dado libertad en el campo pero también indicaciones precisas para seguir creciendo. Entre ellas, trabajar su físico para prevenir lesiones y mejorar sus cifras de cara a portería, algo que el atacante ha logrado con éxito en los últimos meses.
Sin embargo, el entrenador alemán también ha querido abordar otro aspecto más allá del rendimiento deportivo. Flick no ha dudado en mantener una conversación directa con el delantero para transmitirle su preocupación por algunas actitudes fuera de los terrenos de juego. El alemán está convencido de que la concentración y el compromiso son igual de importantes que el talento.
El cuerpo técnico le deja un mensaje
En las últimas semanas, Lamine ha sido objeto de atención mediática por cuestiones extradeportivas. Aunque estos asuntos forman parte de la vida personal de cualquier joven, Flick considera que pueden distraerlo en momentos clave de la temporada.
Por ello, el técnico le ha pedido que, mientras tenga compromisos con el Barça, centre toda su energía en el equipo. La intención es proteger tanto su desarrollo como su imagen pública, con el objetivo de que su trayectoria siga la línea ascendente que ha mostrado desde su debut.