El Barça lleva necesitando un pivote defensivo desde la marcha de Sergio Busquets en 2023 y Oriol Romeu no ha cumplido con las expectativas. Sin duda, la operación Joshua Kimmich era una gran oportunidad porque finaliza contrato en 2025. Ya desde la 'era Xavi' el alemán interesaba al cuadro culé y con la llegada de Hansi Flick al banquillo, este interés no ha cesado.
Kimmich y Flick mantienen una magnífica relación de sus años en Múnich, en la que ganaron un sextete, y en la selección alemana. Además, compartiría vestuario con otros compañeros de selección, Gündogan y Marc André Ter Stegen. Todo esto, sumada a la difícil situación que atraviesa el Bayern, hacían pensar que Kimmich pudiera recalar en las filas del conjunto catalán.
Sin embargo, el diario Sport BILD comenta que Kimmich habría anunciado cumplirá su año de contrato con el conjunto alemán. Por lo que el Barça deberá esperar a 2025 para tratar de inscribir a Kimmich y rezar por que éste no renueve.
La renovación del alemán o no, dependerá exclusivamente de Vincent Kompany, nuevo entrenador del conjunto bávaro. Kimmich lo que quiere es jugar de mediocentro, función que en el Bayern quizás no desempeñe y acabe quedándose en el lateral. En definitiva, el proyecto deportivo que le pueda ofrecer el Bayern y la demarcación en la que le ponga a jugar Kompany, definirán su futuro.
Las alternativas a Kimmich para el Barça
Reforzar el mediocentro defensivo parece una prioridad, tanto para Flick como para Deco y Laporta y la negativa de Kimmich les obliga a buscar alternativas. La más plausible parece la de Mikel Merino, jugador clave para la Real Sociedad y que viene de realizar un buen papel en la Eurocopa. Aún no se han realizado movimientos para fichar a Merino, se presupone que la cantidad que pagaría el Barça rondaría los 30 millones de euros.
Otro futbolista que podría interesar al Barça, y sobre todo a Flick es Angelo Stiller, jugador del Stuttgart. El entrenador alemán coincidió con el futbolista cuando entrenaba al Bayern y le hizo debutar en Champions, por lo que es conocedor de sus aptitudes. El precio sería similar al que se pagaría por Mikel Merino, unos 30 millones de euros.