Batacazo estrepitoso para el Barça en la final de la Supercopa de España. El equipo de Xavi Hernández fue incapaz de competir ante el Real Madrid. El partido fue un claro espejo de toda la temporada del club.
Los tres pecados capitales del Barça
El Barça mostró todas sus debilidades en un solo partido. En primer lugar, fragilidad sin balón. El equipo fue un despropósito a nivel táctico a la hora de presionar.
Faltó un buen posicionamiento de los jugadores y más activación para molestar al pasador rival. Pero, por perfil, futbolistas como Gündogan, Lewandoski o ahora mismo Pedri (vuelve de lesión), no están para imprimir una presión altamente intensa durante 90 minutos.
Este puede ser el primer error de Xavi. A partir de este error fundamental, llega el segundo. Una línea defensiva muy adelanta, totalmente expuesta a la mayor virtud del Madrid, la velocidad para correr al espacio.
Para implementar esta idea, es innegociable presionar bien en bloque para que los pasadores rivales estén incómodos en todo momento. Ayer no pasó. Así llegaron los dos primeros goles, casi idénticos, del Real Madrid.
Tiempo y espacio para el lanzador del equipo blanco, que realiza un pase sencillo a la espalda de la defensa del Barça. Dos a cero en 10 minutos.
Finalmente, tienes al tercer pecado de este equipo. La falta de contundencia, sobre todo ofensiva.
Otra vez, un reflejo de la temporada. El Barça necesita muchas oportunidades para marcar. Esa es la realidad.
En los minutos iniciales del encuentro, el Barça tuvo una ocasión bastante clara, pero Ferran no consiguió rematar a portería. El mismo Tiburón también tuvo un par más adelante, con un remate cruzado y otro al larguero. O Joao Félix, que tras un gran control remató solo ante Lunin muy centrado.
Es muy difícil competir así.
Lewandowski metió al Barça en el encuentro
Uno de los pocos aspectos positivos del partido fue el nivel con balón del equipo. El Barça fue capaz, tras los dos golpes iniciales, de tener la pelota y generar peligro y ataques interesantes.
En el minuto 33, el delantero polaco consiguió recortar distancias con una gran volea desde la frontal del área. Lo hizo tras una muy buena jugada orquestada por el mejor jugador del equipo, Pedri.
Desgraciadamente, seis minutos más tarde llegó el riguroso penalti. Aunque el contacto sea insuficiente para desestabilizar a Vinícius, es un error de Araujo. No debe poner su brazo encima del hombro del jugador brasileño.
Este penalti frenó en seco la reacción de Barça, que, aun así, a punto estuvo de hacer el segundo con un gran golpeo de Pedri con la zurda desde la frontal. También entró aceptablemente bien el quipo al segundo tiempo.
Pero cometiendo los mismos errores. En otra jugada con mucho espacio para el Madrid llegó la sentencia. Y la expulsión de Araujo para finiquitar el partido.
Xavi tiene muchísimo trabajo para relanzar al Barça.