El FC Barcelona está evaluando la opción de finalizar su asociación con Nike para establecer un nuevo acuerdo comercial con Puma, quien aspira a ser el nuevo patrocinador técnico del club.
En el caso de considerar la ruptura del contrato con Nike para aceptar la propuesta de Puma, el Barcelona cuenta con una estrategia previamente establecida.
De acuerdo con los términos del contrato original, el club tiene la facultad de rescindir el acuerdo en cualquier momento sin incurrir en penalizaciones. La única condición es la de notificar a Nike por escrito su intención de poner fin al contrato con dos años de antelación.
En otras palabras, si el Barcelona enviará hoy la carta a Nike, el acuerdo con la empresa estadounidense de ropa deportiva permanecería en vigor hasta principios de 2026. Una vez alcanzada esta fecha, el Barcelona cesaría su asociación con Nike sin incurrir en costos adicionales.
Posibles pérdidas
Un cálculo inicial realizado por la directiva del FC Barcelona indica que, la pérdida estimada en la parte fija de los ingresos por patrocinio, sería nula. En cambio, la sección correspondiente al proveedor, que abarca el material en proceso de fabricación, podría situarse entre los 20 y 25 millones de euros.
Es importante destacar que alcanzar esta cifra implicaría someterse a un proceso judicial desafiante. No obstante, se estima que esta cantidad aproximada sería la suma en juego en caso de decidir la ruptura del acuerdo un año antes de su vencimiento.
En el escenario de optar por la terminación inmediata, dos años antes del plazo previsto, la cifra en juego sería aún mayor.
La aparición de Puma
Los rumores parecen estar adquiriendo más validez. Según el contrato en vigor, la relación entre el FC Barcelona y Nike se prolonga hasta el año 2028.
Esta alianza, que se inició en 1998, fue renovada en 2018, pero desde entonces se han experimentado tensiones notables entre ambas partes, llegando incluso a desembocar en procedimientos legales.
La posibilidad de que Puma emerja como nuevo patrocinador se perfila como una amenaza real, con el Barcelona potencialmente convirtiéndose en el nuevo rostro de la marca.