El Barça se caracteriza por la confianza en sus jugadores de categorías inferiores, así como el cuidado de La Masia. Con Xavi, varios son los canteranos con edades prematuras que han tenido oportunidades con el primer equipo. Cubarsí o Lamine ya son importantes, así como Gavi o Balde.
Por otra parte, Marc Guiu, Héctor Fort o Fermín López también han tenido su chance. Este último tuvo bastante peso a principio de temporada.
El entrenador egarense ha conseguido retomar la filosofía de dar importancia a los canteranos. Por ello, el club está planeando una forma de que lleguen al primer equipo y se puedan consolidar.
Imitando el 'caso Fermín'
El plan que tiene en mente el Barça es el que precisamente se siguió con Fermín. El jugador no tenía oportunidades con Barça Atlètic, por lo que salió cedido al Linares Deportivo. Allí se desarrolló de gran forma tanto en lo mental como en lo deportivo.
En el equipo andaluz logró marcar hasta 12 goles en 37 partidos, llegando a un enorme nivel. Precisamente, esto es lo que se pretende con otros juveniles en su misma situación.
El jugador de El Campillo consiguió subir al primer equipo, teniendo minutos e incluso siendo titular. Pese a no disfrutar de la misma situación actualmente, adquirió un contrato hasta 2027 con el Barça.
Oportunidad de seguir creciendo
Precisamente, el club quiere seguir el mismo plan con los que se encuentran en la misma situación. Con poca importancia y minutos en el filial, algunos juveniles podrían salir para volver en un futuro cercano.
De esta forma, estos miembros de La Masia pueden aprender fuera de Can Barça y conseguir desarrollarse. En otras ligas y/o categorías podrían ser capaces de crecer profesionalmente y así volver más 'fuertes'.
Una vez volvieran, podrían encontrarse con oportunidades en el primer equipo. Todo dependerá, también, de la dinámica que quiera proponer el futuro entrenador. El pensamiento del club es que se siga en este aspecto tal como está haciendo Xavi Hernández.
Esto es algo que hace pocos años costaba que sucediese en el Barça. Los canteranos, como Riqui Puig o Aleñá, optaban por quedarse para tener oportunidades. Ante la frustración de no jugar, terminaban marchando sin opción contractual de regreso.