Llega la recta final del mercado de fichajes y el Barça afronta los últimos diez días con más dudas que certezas. En el apartado de llegadas, se han incorporado Dani Olmo y Pau Víctor, mientras que en el de salidas, todavía quedan grandes nombres por irse.
En cuanto a las entradas, la dirección deportiva del Barça todavía quiere hacer alguna incorporación más si el margen salarial lo permite. Dani Olmo, por ejemplo, sigue sin estar inscrito por este problema. Por lo tanto, si el Barça no consigue margen estos últimos días, será imposible ver más caras nuevas.
Ahí es dónde entra el nombre de Ílkay Gündogan, que parece destinado a marcharse haciéndole un favor enorme al club. De esta manera, si el alemán acaba marchándose, el Barça espera poder inscribir al español y conseguir de paso, el fichaje de un extremo izquierdo, la gran prioridad.
Rafael Leao, el último sueño de Laporta para cerrar el mercado
En este sentido, una vez descartado Nico Williams por su decisión de seguir en Bilbao, el Barça ya ha activado otras opciones. No obstante, según Mundo Deportivo, con Luís Díaz imposible por la negativa de su entrenador a dejarle salir, el Barça ya sueña con Rafa Leao, estrella del Milan.
Joan Laporta es su principal valedor. Consciente del respirar actual de la afición, quiere dotar al equipo de una ilusión que, ahora mismo, no atesora y sabe que el portugués encaja perfectamente en eso. Sin embargo, su alto precio, alrededor de unos 90 millones, hace casi utópica la operación.
El dinero de Nico Williams y Jorge Mendes, claves para un fichaje casi imposible
Sin embargo, de acuerdo con la misma información, el Barça no lo da por imposible aún, ya que tiene bazas en las que agarrarse. Concretamente dos. La primera, que la entidad tiene el dinero de Nico Williams sin usar y, segundo, que Jorge Mendes, agente del jugador, tiene una gran relación con el presidente.
Por eso, los últimos días de mercado puede ser frenéticos. Si las piezas acaban encajando, con Gündogan dejando hueco en la masa salarial, el club trataría de dar la estocada final del mercado. Un golpe de efecto con el que Laporta sueña.