El Barça de Xavi sufrió ayer una de las derrotas más dolorosas que recuerdan en los últimos años. Encajando una manita, después de remontar un 0-2 en 15 minutos.
Xavi salía con: Iñaki, Fort, Araujo, Christensen, Kounde, De Jong, Romeu, Gundogan, Felix, Lewandowski y Lamine Yamal.
Notas
IÑAKI PEÑA: 1
HUNDIDO
El guardameta alicantino parece no tocar fondo, ayer encajó 5 goles, en 5 disparos a puerta. Está claro que la culpa no es solo suya, pero también es cierto que su falta de carácter no está ayudando al equipo.
HECTOR FORT: 6
LUCHADOR
Primera titularidad en liga para Fort, que cumplió con creces durante los primeros 45 minutos. Jugó en una demarcación no habitual en él, donde tuvo que marcar a Ilias. Contundente atrás y con mucha capacidad a la hora de sacar el balón jugado desde atrás.
CHRISTENSEN: 4
FRÁGIL
Como todos los jugadores de la primera plantilla, Christensen está jugando a un nivel muy por debajo de lo que nos acostumbró el pasado curso. Sin ningún tipo de complicidad con Araujo, y totalmente minado físicamente.
Con el balón en los pies es un seguro atrás, fallando tan solo dos pases en la primera mitad. En el minuto 45 volvió a ser sustituido por problemas físicos para que entrara Cubarsi.
ARAUJO: 4
IRRECONOCIBLE
Partido nefasto del uruguayo, que salió en la foto de prácticamente todos los goles. Sus mejores minutos fueron como atacante, consiguiendo la remontada después de una gran acción suya.
Mientras que a nivel defensivo se vio superado constantemente por SorlotH. Esperemos que esto sea fruto del ruido externo que hay en torno a la plantilla.
KOUNDE: 4
INSUFICIENTE
Partía como lateral derecho en un once repleto de titulares. Un partido a priori cómodo para Kounde, ya que el Villarreal basa todo su juego por la banda derecha. Aún así le costó mucho retener a Baena y las internadas de Gerard Moreno.
En ataque estuvo especialmente bien, doblando constantemente a Lamine para dar salida por fuera. Partido flojo del francés que se mantuvo en la línea de los últimos partidos.
ORIOL ROMEU: 5
ACEPTABLE
Por primera vez en todo el año, ayer jugaba como doble pivote junto a De Jong. Su rendimiento fue de lo más aceptable. Dedicándose únicamente a recuperar balones y distribuir el juego a las bandas, con un alta fiabilidad en los pases.
A nivel defensivo es donde causó más estragos, siendo superado en un 70% de las acciones defensivas. Fue sustituido en la media parte por Pedri.
DE JONG: 6’5
SOBREEXIGIDO
Otro partido muy arduo para Frenkie. Donde se le vuelve a exigir que él sea quien recupere atrás. Y a la vez que sea el que rompa líneas y suba el balón.
Una tarea más que imposible para todos los mortales, dando como resultado un Frenkie que ni brilla atrás, ni brilla arriba.
GUNDOGAN: 7
DECISIVO
Probablemente ayer jugó el mejor partido desde que llegó a Can Barça. Un partido donde jugó en zona de tres cuartos y se implicó de lo más mínimo en defensa (como hacía en Manchester), brillando en ataque, con un gol y dos asistencias.
El problema es que aquí no tiene ni a Rodri, ni a Stones. En este equipo si un interior no defiende deja al equipo prácticamente vendido.
JOAO FELIX: 4
INSÍPIDO
Con mucha clase pero con poca actitud, así se definen los partidos de Felix, un jugador diferencial e intermitente. Un disparo con la zurda casi supone el 1-0.
Más allá de dos jugadas aisladas no interviene prácticamente en el juego colectivo. Cada día que pasa parece estar más lejos de quedarse en el Barça.
LEWANDOWSKI: 2
PERDIDO
Probablemente el peor del partido junto a Iñaki Peña. No se entiende que siga siendo titular después de ver su nivel físico y su juego tan pobre.
Otro día más que termina con 0 tiros a puerta, empeñado a jugar lejos de la zona de remate y ralentizando el juego constantemente. Empieza a preocupar su figura a largo plazo.
LAMINE YAMAL: 8
DESATADO
El mejor del partido sin lugar duda, hacía años que no se veía a un jugador así de eléctrico en el equipo azulgrana. Un jugador diferente, que encara, que lo intenta y con una calidad impropia de su edad.
Empezó el partido con varios balones perdidos, pero eso no fue motivo para que Lamine tirara la toalla. Decidido a triunfar, el luso empezó a pedir el balón constantemente en la banda. Jugada tras jugada se terminaba yendo de su marcador, dejando centros, regates y tiros de auténtico crack.