Tras dos semanas sin pasar por casa, el Barça regresa para sentenciar otra victoria en la Liga Endesa. Esta vez en la jornada 20, ante Zunder Palencia. Un encuentro que no se decidió hasta los últimos suspiros, pues reinó la igualdad en gran parte del encuentro.
Pese a conseguir pequeños parciales, un nivel de defensa bajo de los locales permitió al Palencia mantenerse siempre dentro del partido. No tiraron la toalla y complicaron las cosas a los de Grimau desde el segundo cuarto.
El equipo volvía de una dura derrota en Milán, en la que Jan Vesely fue excelente. Para este encuentro, pese a estar convocado, Roger Grimau optó por dejarle descansar.
Vienen unos días muy exigentes para el conjunto. El miércoles recibirán a la Virtus en casa, el viernes viajarán a Belgrado y el domingo, otra vez en casa, se enfrentarán al Valencia.
Llega a Barcelona un Palencia exigente
Arrancaba la tarde de partido en el Palau con una gran actuación de Willy en pista, encargándose de la anotación. El Palencia aprovechaba los desajustes defensivos del Barça para intentar acercarse. De poco servía, pues el acierto culer desde el exterior era muy alto (21-14).
Aun así, era necesario empezar a cerrar el rebote para mantener la ventaja. El primer cuarto que terminaba con un triple de Jabari y mucha felicidad entre los aficionados (29-16).
Jabari seguía luciéndose desde el triple, pero volvían los problemas tan comunes en la defensa. Los de Luis Guil aprovechaban estos minutos para recortar distancias (41-32) y Grimau paraba el partido. Poco solventaba, pues la defensa seguía siendo insuficiente.
La gran distancia de la primera parte se estaba evaporando lentamente y el Barça necesitaba encontrar alguna salvación. Todos los jugadores en pista anotaron en la primera parte y Roger Grimau optó por el uso de muchas rotaciones (52-43).
Final de infarto en el Palau
La mala defensa seguía siendo el obstáculo del partido. El Palencia estaba muy cómodo en la pista. A demás, su defensa en zona bloqueaba a un Barça que no encontraba salida.
Kamba se colgaba del aro en los últimos segundos y el Palencia conseguía una mínima distancia. Quedaban 10 minutos para cambiar la dinámica del partido (70-68).
Se acercaba el final y los jugadores del Palencia seguían encontrando espacios totalmente solos. Los culers, desconectados del partido, no se ponían de acuerdo en las ayudas y el resultado ya se había ajustado (84-83).
La salvación tan buscada no llegó hasta los últimos minutos del encuentro. El partido se ganó por la actitud de los jugadores en pista sumada al apoyo del público del Palau. Jokubaitis lo sentenció con cuatro tiros libres ante un Palencia que no bajó los brazos (102-94).