El Barça recibió anoche al ALBA Berlín para buscar asentarse en la segunda posición de la Euroliga. Y así lo hicieron, firmando un encuentro con total dominio y superioridad.
Willy fue el líder culer, con un 28 de valoración. Cabe destacar también los minutos de Da Silva, muy motivado ante su ex-equipo y anotador de 10 puntos.
Los azulgrana llegaban en un buen momento, encadenando dos victorias seguidas ante grandes rivales como son el Estrella Roja (76-85) y la Virtus (84-57). Una victoria que sirve también para recortar distancias con el líder de la clasificación. La encabeza el Real Madrid, que cayó el jueves en la pista del Milán (81-76).
Un último duelo en casa antes de la Copa
El encuentro en el Palau empezaba con un ritmo anotador muy alto de ambos equipos. En el Barça, el marcador estaba repartido entre los jugadores en pista, con Kalinic como máximo hasta el momento. Sin embargo, la defensa era inexistente y los alemanes lo aprovechaban con tiros liberados.
Schneider se convertía en la pesadilla del Barça. Un primer asalto que los azulgrana terminaban por delante, pero con un resultado ajustado (31-26).
El Barça empezaba el segundo cuarto con unos minutos de desconexión. Tras estos, el Berlín se adelantaba. Grimau paraba el partido por las pérdidas, la poca actitud en el rebote y un parcial de 0-8 de los alemanes (31-34).
Despertaba el Palau y los culers recuperaban el mando del partido. Y llegaban los triples de Laprovittola para coger una pequeña distancia y responder a los alemanes con un parcial de 20-2. Spagnolo cerraba la primera parte anotando un 2+1 que maquillaba el resultado final (51-39).
Da Silva estaba firmando unos muy buenos minutos ante su ex-equipo. Y también eran notables, como es usual, las actuaciones de Vesely, Kalinic y Laprovittola.
Los de Grimau arrancaban la segunda parte con mentalidad de ganador y llegaban rápidamente a la distancia de los 20 puntos. Salieron a la pista con la convicción de cerrar el partido por la vía rápida.
Pasaban los minutos y seguían imparables. Y un Berlín sin recursos parecía haber tirado la toalla a falta de mucho por disputar. Paulí se unía al festival de puntos y daba por terminado el tercer cuarto (80-51).
El resultado tan favorable estaba sirviendo a Grimau para dar descanso a los jugadores más cargados de minutos. Y para darlos a otros como Paulí y Nnaji. Despistes en la defensa permitían canastas fáciles de los alemanes desde el triple.
El Barça podía permitirse los errores, ya que contaba con una buena ventaja. La distancia era tan espaciosa que la gente empezaba a marcharse del Palau a pocos minutos de terminar el encuentro. Que Paulí sentenciaba bajo el aro (93-77).