Los culers recibieron anoche al Partizan en la penúltima jornada de la fase regular de la Euroliga en casa. Un encuentro protagonizado por el buen ritmo del equipo ofensiva y defensivamente. El Barça estuvo muy serio y sometió a los serbios hasta el último minuto.
A falta de 5 jornadas para terminar esta fase regular, el equipo luchará tan solo una vez más en casa. Será el 4 de abril ante el Maccabi. Por otro lado, la próxima semana tendrán que vencer a dos grandes rivales como visitantes, el Fenerbahce y el Panathinaikos.
Cada victoria cuenta para asegurar el factor campo en los play-off.
Los serbios intentan dominar el Palau
La noche empezaba en un Palau lleno de bufandas negras y blancas. Ambos equipos llegaban en posiciones muy alejadas en la competición (Barça segundo y Partizan decimocuarto). Pero con un objetivo en común: conquistar el Palau.
Los serbios tomaban el mando del partido rápidamente, a mano de una actuación sobresaliente de Avramovic (9 pts.). El acierto culer y también la agresividad en defensa mejoró a medida que corrían los minutos. Un gran Rokas adelantaba a los suyos y él mismo terminaba el primer asalto con un tiro sobre la bocina (29-24).
La igualdad rige en el marcador
Cuando parecía que el Barça tomaba las riendas del partido, el Partizan volvía a la carga. Recortaban distancias en el marcador y tras errores defensivos de los azulgrana, estaban cada vez más cerca. Ricky se encargaba de liderar a su equipo, pero no lograban alejarse.
Laprovittola maquillaba el resultado con un triple (47-43). Pero Nunnaly castigaba con otro que daba por terminada la primera parte. Un marcador decantado hacia los locales, pero con todo por decidir en los últimos veinte minutos (51-48).
El Palau demuestra quién manda
El Barça volvió del descanso con su pesadilla, los problemas en el rebote. Aun así lograban superarlo y, con un gran acierto desde el triple, los culers se decidían a llevarse el partido. Primero Kalina y luego Jabari.
Ricky hizo disfrutar al Palau con su magia y también se unió a este festival de puntos (67-52).
Los de Obradovic no encontraban soluciones en los ataques y el ambiente empezaba a caldearse, pues los aficionados serbios repartidos por el Palau cantaban insultos hacia los locales. Aunque el partido parecía estar ensuciándose, el público seguía animando a su equipo sin descanso.
Los de Grimau avanzaban sin compasión y empezaban a asegurar la victoria (74-68).
Final magistral con un público volcado
El último cuarto sirvió al Barça para acabar de romper el partido. Se mantuvo el acierto desde el exterior y con una excelente repartición del juego de Ricky, el equipo anuló a los serbios.
Obradovic ya se había sentado. Y también dos de sus mayores estrellas, Punter y Leday. Esto no frenó a los culers de seguir anotando sin compasión alguna.
El equipo firmó una victoria excelente y de mucho carácter, con Laprovittola (17 pts.), Willy (15 pts.) y Rokas (13 pts.) como máximos anotadores (94-76).