El Valencia está cerca de cerrar una incorporación sorprendente, Oriol Romeu, sin sitio en el FC Barcelona ni en el Girona, tomará rumbo a Mestalla. El veterano centrocampista catalán, que regresó al Barça el pasado verano, se marcha tras una temporada para el olvido. Carlos Corberán ha pedido su fichaje y el club che ya trabaja en ello.
Romeu no ha convencidoni a Xavi Hernández ni ahora a Hansi Flick, su fichaje fue una apuesta de urgencia del anterior cuerpo técnico. Con el paso de los meses ha quedado claro que no entra en los planes del club, en Girona tampoco ha encontrado continuidad. Aunque fue cedido para recuperar protagonismo, no ha logrado consolidarse en el equipo de Míchel.
El mediocentro está más fuera que dentro del Barça, de hecho, su nombre ya no aparece entre los planes de futuro de la entidad azulgrana. Flick quiere construir un centro del campo joven y con energía, en ese esquema, Marc Casadó y, sobre todo, Gavi, están muy por delante del ex del Southampton. Romeu, por tanto, está obligado a buscar una salida.
Romeu es un fichaje clave
El Valencia aparece como el gran interesado, según fuentes cercanas al club che, Corberán ve en Romeu un refuerzo clave para reforzar el eje del centro del campo. El técnico andaluz quiere experiencia y rigor táctico. Romeu, pese a su bajón físico, sigue siendo un jugador con capacidad para ofrecer equilibrio y liderazgo en la medular.
El fichaje estaría muy avanzado, el Valencia espera que el Barça acepte una rescisión pactada del contrato, o bien una cesión sin opción de compra. Todo apunta a que los culés no pondrán trabas, ya que el objetivo principal es liberar masa salarial. En la entidad catalana existe una sobrepoblación de mediocentros y Romeu no tiene hueco.
Casado o Gavi buscan minutos
Mientras tanto, la reacción dentro del vestuario del Barça no se ha hecho esperar, jugadores como Casadó o Gavi han acogido con alivio la decisión. Para ambos, la marcha de Romeu representa una oportunidad para tener más minutos en la rotación. En especial, Casadó, que ha convencido a Flick durante la pretemporada y apunta a ser importante en la nueva era azulgrana.
La marcha de Romeu también simboliza el cambio de modelo, el Barça apuesta por una plantilla joven, formada en casa, y con proyección. Romeu era un parche y así lo han entendido desde los despachos del Camp Nou. Su llegada se interpretó como una urgencia, su salida, como una corrección lógica.
En Mestalla, sin embargo, esperan una versión más sólida, Romeu llega con ganas de reivindicarse. Carlos Corberán cree que aún puede aportar mucho. El acuerdo está prácticamente cerrado, solo falta el anuncio oficial, pero ya se le espera en la capital del Turia para pasar reconocimiento médico.