El Barça afronta unas últimas horas de mercado agitadas, cuando todo parecía relativamente controlado en las oficinas. Flick había conseguido mantener la estabilidad de sus piezas clave, y la plantilla parecía cerrada para la temporada. Sin embargo, una llamada desde París ha alterado la calma del entorno azulgrana.
La irrupción del Paris Saint-Germain ha supuesto un golpe inesperado para Joan Laporta y Deco. El club parisino ha puesto sobre la mesa una propuesta millonaria de más de setenta millones de euros. Y lo ha hecho en un momento delicado, con la planificación deportiva ya definida.
Hansi Flick | @FCBarcelona
La presión de París en el mercado
El PSG, dirigido por Luis Enrique, sigue muy atento a los movimientos del Barça en este verano. El técnico asturiano insiste en reforzar varias posiciones, convencido de que necesita jugadores contrastados para apuntalar su proyecto. Y en este contexto, decidió apuntar directamente a un futbolista considerado imprescindible en el Camp Nou.
Desde el Parque de los Príncipes, Nasser Al-Khelaïfi autorizó un esfuerzo económico desproporcionado. La propuesta enviada a Barcelona supera los setenta millones de euros, una cifra que sorprende por su magnitud. El Barça, sin embargo, todavía no ha dado una respuesta oficial a la ofensiva francesa.
La operación se encuentra en fase inicial y ha generado un debate intenso en la directiva. En el club insisten en que no se negociará con el PSG, aunque reconocen la presión. Y lo cierto es que la cercanía del cierre de mercado convierte todo en una partida contrarreloj.
Luis Enrique | @PSG_espanol
Jugadores del Barça en el escaparate
No es la primera vez que grandes equipos europeos muestran interés por varias piezas azulgranas. El Chelsea ha insistido en reclutar a Fermín López, mientras que Marc Casadó también aparece en varias agendas. Incluso Christensen recibió propuestas del Milan, que valoraba invertir treinta millones en su fichaje.
La estrategia de Laporta ha sido clara: mantener a los pilares de Flick y evitar ventas forzadas. El técnico alemán considera que, sin estabilidad en el vestuario, será imposible competir en Champions y LaLiga. Por eso, cada oferta millonaria recibida en estos días se evalúa con especial cautela.
La diferencia con el PSG es que la propuesta llega a escasas horas del cierre del mercado. Y además, se trata de un club con el que las relaciones institucionales no pasan por su mejor momento. Todo ello añade tensión a un escenario ya marcado por la incertidumbre económica y deportiva.
Christensen con el Barça | @FCBarcelona
Un futbolista en situación delicada
El objetivo parisino ha vivido semanas convulsas en el inicio de campeonato. Pese a ser uno de los jugadores con más minutos en la pasada campaña, ahora ha perdido protagonismo. Flick ha apostado en varias ocasiones por alternativas, lo que generó cierta sorpresa en el entorno culé.
En la directiva no esconden que el jugador atraviesa una situación complicada. Problemas de puntualidad y dudas sobre su rendimiento le han pasado factura en las alineaciones. Y eso ha animado al PSG a lanzarse con una oferta que consideran irrechazable para el Barça.
La realidad, no obstante, es que Joan Laporta no está dispuesto a negociar en condiciones desfavorables. La prioridad sigue siendo mantener a los pilares de la plantilla, especialmente en posiciones estratégicas. Y por eso, la respuesta definitiva dependerá de cómo evolucione el mercado en las próximas horas.
Jules Koundé celebrando un gol | @FCBarcelona
El secreto ya no lo es tanto: el futbolista por el que el PSG ha ofrecido más de setenta millones es Jules Koundé. Luis Enrique lo considera pieza fundamental para su defensa, tanto en el eje como en el lateral. Y Al-Khelaïfi pretende llevárselo inmediatamente, pese a la negativa inicial desde el Camp Nou.
Por ahora, no hay contestación oficial a la oferta recibida. El Barça sigue firme en que no quiere negociar con el PSG, aunque el escenario podría variar. El futuro de Koundé, a pocas horas del cierre del mercado, es la gran incógnita en el barcelonismo.