La salida inminente de Iñigo Martínez rumbo a Arabia obliga al FC Barcelona a moverse con rapidez. Deco considera prioritario cubrir el hueco en la defensa y evitar riesgos en una temporada cargada de partidos decisivos. El objetivo inmediato es claro: incorporar a un central zurdo de primer nivel que complemente a Pau Cubarsí.
En las oficinas del Camp Nou, la dirección deportiva trabaja a contrarreloj para cerrar una operación poco habitual. El Borussia Dortmund aparece como socio estratégico y ambos clubes ya negocian un intercambio que sorprende a toda Europa. La idea es reforzar al primer equipo y, al mismo tiempo, dar salida a un joven talento culé.
El acuerdo contempla un pago adicional cercano a los 20 millones de euros por parte del Barça. El canterano implicado pondrá rumbo a la Bundesliga con la promesa de minutos y un plan de crecimiento. En dirección contraria, llegará un defensor contrastado que debe convertirse en socio inmediato de Cubarsí.
El perfil que quiere Flick
Hansi Flick insiste en la necesidad de un zaguero que cumpla con las exigencias de su estilo de juego. Su planteamiento requiere centrales capaces de anticipar, defender alto y participar en la salida limpia de balón. El nombre elegido reúne todas esas condiciones y convence al técnico alemán, que lo conoce bien de la Bundesliga.
La pareja que formará junto a Cubarsí se percibe como una de las más equilibradas de Europa. El joven de La Masia aporta calma, visión de juego y una lectura táctica excelente en cada acción defensiva. El alemán, en cambio, suma físico, contundencia en el área y una gran capacidad para romper líneas desde atrás.
El entrenador también valora su golpeo con pierna izquierda, fundamental para abrir el campo desde la defensa. Este detalle facilita automatismos en la circulación y asegura fluidez en la construcción ofensiva del Barça. Por eso Flick aprieta a Deco para que la operación quede cerrada cuanto antes.
Un sacrificio necesario
El gran damnificado de esta negociación es Guille Fernández, una joya de La Masia con polivalencia para jugar como pivote defensivo o interior. Su potencial ha despertado el interés de media Europa, y en Dortmund lo valoran como un mediocentro capaz de alcanzar la élite en pocos años.
En el Camp Nou son conscientes de que su salida no será fácil de digerir para la afición. Sin embargo, el club se asegura incluir una cláusula de recompra que mantiene abierta la puerta a su regreso. Deco defiende que este sacrificio responde a una necesidad inmediata y fortalece la estructura competitiva del primer equipo.
El propio futbolista ve con buenos ojos un paso intermedio antes de consolidarse en el Barça. En Alemania recibirá confianza, protagonismo y una liga exigente para crecer sin la presión de Barcelona. De esta manera, todos los implicados salen beneficiados de un movimiento estratégico que combina presente y futuro.
Operación estratégica y beneficiosa
La afición culé sigue el proceso con sentimientos encontrados: tristeza por despedir a una promesa, alivio al reforzar la defensa. En clave económica, el Barça logra reducir el coste efectivo del fichaje gracias al intercambio. La masa salarial se mantiene bajo control y se asegura un refuerzo inmediato en una posición clave.
El Borussia Dortmund, por su parte, gana un talento de proyección internacional que encaja en su modelo de crecimiento. Con minutos y confianza, Guille puede explotar en Bundesliga y revalorizarse para un futuro traspaso de récord. El club alemán prepara su desarrollo con vistas a convertirlo en referencia continental.
Mañana se espera el anuncio oficial del acuerdo entre Barça y Dortmund tras semanas de negociaciones intensas. El central alemán Nico Schlotterbeck será nuevo compañero de Cubarsí y se convertirá en titular indiscutible en la defensa azulgrana. En paralelo, Guille Fernández pondrá rumbo a Alemania para iniciar una nueva etapa de crecimiento.