Hansi Flick está atravesando su momento más duro desde que asumió el mando del primer equipo del Barça hace unos cuantos meses. La difícil realidad deportiva del club catalán ha llevado consigo que las decisiones del técnico alemán se cuestionen cada vez con más frecuencia. No es para menos: los últimos resultados han complicado las aspiraciones del Barça en La Liga y da la impresión de que el rendimiento de la plantilla sigue en caída libre.
Ciertamente, el panorama que ahora atraviesa el Barça es completamente distinto al que se vivía a inicios de la presente temporada. El alemán tuvo unas primeras semanas de ensueño al mando del cuadro culé, que se presentó como uno de los equipos más potentes de la élite de Europa. No obstante, la preocupación se ha instalado en las oficinas del Barça y las altas esferas del club saben que deben tomar una decisión.
Sensaciones contradictorias
Hansi Flick se convirtió rápidamente en un ídolo para la afición del Barça con el extraordinario arranque de temporada que protagonizó al mando del equipo. El entrenador alemán mejoró notablemente los resultados obtenidos por Xavi Hernández en su última temporada, en especial por las sensaciones sobre el terreno de juego. Así, Flick cambió por completo la cara del FC Barcelona: pasó de ser un equipo 'aburrido' a uno alegre y ofensivo.
Sin embargo, y como parte de todo proceso, las dudas empezaron a llegar a medida que los resultados no acompañaban a Flick y su plantilla. La derrota ante la Real Sociedad en Liga marcó el inicio de una racha negativa que todavía no tiene solución. Con el liderato del campeonato español en riesgo, la junta directiva culé ya le ha transmitido a Hansi Flick que la situación debe resolverse lo más pronto posible.
La debilidad de Flick
En los despachos del Barça han comenzado a tener dudas con los métodos de Hansi Flick, principalmente porque este no está acertando a la hora de hacer cambios o rotaciones. El alemán siempre apuesta por los mismos futbolistas, más allá de las señales de cansancio o sobrecarga de minutos. Y los jugadores que conforman el banquillo culé tampoco han demostrado ser recambios de garantías para el entrenador culé.
La apuesta de Flick por jugadores como Gerard Martín o Eric García también han sembrado dudas en las altas esferas del club. En ese sentido, todo apunta a que la debilidad de Flick es que sus cambios están ligados a decisiones difíciles de entender. Evidentemente, es muy pronto para cuestionar al técnico alemán, pero la situación deportiva necesita de una solución inmediata.