Joan Laporta y Deco trabajan a contrarreloj en la operación salida del FC Barcelona. Con la pretemporada en marcha, Flick ha dejado claro que no contará con todos los futbolistas que comenzaron los entrenamientos, ya que su plan es trabajar con una plantilla reducida. Esta situación obliga al club a acelerar ventas y cesiones antes del inicio de la temporada.
El recorte no solo responde a cuestiones deportivas. El Barça necesita liberar masa salarial para poder inscribir a los fichajes y mantener el margen financiero bajo control. Por ello, Laporta y su equipo han elaborado una lista de jugadores prescindibles que incluye a canteranos como a futbolistas del primer equipo que podrían dejar una cifra importante en caja.
El adiós de una estrella, venta muy probable
Entre las posibles operaciones destaca la situación de Andreas Christensen, cuya marcha podría concretarse en las próximas semanas. El defensa danés, que llegó gratis procedente del Chelsea, ha cumplido con el club culé, pero su futuro está marcado por la enorme competencia en la defensa y la medular. Con Ronald Araújo, Pau Cubarsí, Iñigo Martínez y Eric García en la zaga, y con Frenkie de Jong para el centro del campo, Flick considera que la plantilla está bien cubierta.
Joan Laporta ha fijado un precio de salida de 30 millones de euros para Christensen, convencido de que su venta sería la menos dolorosa para el equipo azulgrana. Su contrato vence en 2026 y el club no tiene intención de renovarlo, por lo que la venta este verano parece la mejor opción. En las oficinas del Camp Nou asumen que podría salir por una cifra ligeramente inferior si facilita la operación.
Interés en Inglaterra e Italia
El futuro del danés apunta a dos destinos posibles: Italia o Inglaterra. AC Milan ha mostrado interés en reforzar su zaga con su experiencia, mientras que en la Premier League el Newcastle se ha posicionado como un candidato serio a presentar una oferta. Ambos clubes ven en Christensen un fichaje de bajo riesgo, teniendo en cuenta su trayectoria y su versatilidad.
El central ha sufrido problemas físicos recurrentes, lo que le ha impedido tener continuidad en el once titular. A pesar de su profesionalidad y de la valoración positiva de Flick sobre su compromiso, el entrenador alemán entiende que algún defensor debe salir para dar equilibrio a la plantilla. Si se cierra la operación, el Barça sumará un ingreso importante y Christensen buscará relanzar su carrera en un nuevo destino donde juegue con regularidad.